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Colegio Sagrada Familia

Colegio Sagrada Familia

Enseñanza
Teléfono: 955675387 / 954720652
Fax: 954727466
Email
Dirección: C/ Real Utrera 45, Dos Hermanas
Sevilla, 41701

El Colegio Sagrada Familia inició su andadura en 1892, gracias a la protección de doña Juana González que llegó a Dos Hermanas junto a su marido, don Manuel Alpériz Bustamante, para la instalación de la fábrica de yute en 1882.
Preocupada por la formación de las jóvenes obreras, que acudían diariamente a las labores industriales, gestionó la llegada de una Comunidad de Hijas de la Caridad al pueblo para que las instruyera en doctrina cristiana.
El primer grupo de Hermanas se instaló en la calle Lamarque de Novoa. Posteriormente, cuando iniciaron la docencia se trasladaron a un piso alto de la Hacienda de la Mina Grande; se desplazaban diariamente a la fábrica, contando siempre con todo tipo de ayuda por parte de este matrimonio. En este desplazamiento permanecieron aproximadamente diez años, hasta principio del siglo XX, cuando la afluencia de chicas a sus enseñanzas en la fábrica era abundante y demandaban otros aprendizajes. Ejercían su labor con gran dedicación y entusiasmo, y al poco tiempo se vieron obligadas a impartir a las mismas obreras clases nocturnas de lectura, escritura, cálculo y labores, en el edificio que usaban de vivienda. Como anécdota, recordar que la primera Hija de la Caridad, natural de Dos Hermanas, fue una de estas obreras llamada Sor Josefa Madueño, destinada en Antequera.
El reglamento que seguían para impartir estas clases se ceñía a las disposiciones legales publicadas hasta el momento: las condiciones de admisión eran las mismas que las que regían la Instrucción Pública. Al estar declarada la enseñanza como pública desde la década de los 80, estaban en la obligación de admitir a cualquier alumna, porque en un principio solo se dedicaban a la enseñanza femenina. Los libros de textos utilizados eran los mismos designados por el Real Consejo de Instrucción Pública, que no eran otros que los empleados en los Centros de Enseñanza del pueblo. A las alumnas que lo precisaban se les facilitaban éstos textos y todo el material escolar.
Con el paso de los años, las Hijas de la Caridad fueron adquiriendo fama, a la par que la suerte de los señores de Alpériz decaía. A la muerte del fundador, en 1906, la fábrica de yute entró en quiebra y las Hermanas se encontraron en una situación económica insostenible, que hizo peligrar su dedicación a la educación de las jóvenes. Fue Sor Cándida Jáuregui quien consiguió, a base de donaciones, el capital suficiente para adquirir la casa y huerta en la calle Conde de Ibarra, nº 45, que actualmente posee la Comunidad, pudiendo así implantar cuatro clases de Enseñanza Primaria y actividades complementarias de idiomas, dibujo, música, mecanografía y taquigrafía, sumándose a todo ello la formación religiosa, para la que no escatimaba ningún esfuerzo, trayendo, incluso, al Padre Tarín para hacer Ejercicios Espirituales.
Se conserva el Reglamento del Colegio de alumnas del Colegio Sagrada Familia ubicado en la calle Sta. Ana, nº2, de la villa de Dos Hermanas, que resumido en seis puntos expresa como deben ser las condiciones de admisión, las asignaturas a impartir, los libros de textos, pedagogía a seguir en premios y castigos, proveer a las alumnas que lo necesiten los libros y material y las horas de clases. Así como las solicitudes de apertura del Centro como colegio y demás autorizaciones.
Estos comienzos de la historia del Colegio se cierran con la siguiente datación:
Dos Hermanas, mayo de 1946 y firmado por Sor Jerónima Ortiz, superiora en ese momento.

Con el traslado a la actual ubicación, se mejoran todos los aspectos del Colegio, mejor cabida, buena ventilación y amplios patios. La frondosidad de la huerta, sus naranjos, limoneros y frutales embellecen y oxigena en ambiente estudiantil.
En Dos Hermanas, por entonces, los Almacenes de Aceitunas están en pleno auge, dando vida y trabajo. Son las madres de familias las que cada mañana llenan los almacenes, dejando antes a sus hijas con la bolsa de la comida en el Colegio. La penuria de los hogares hace que muchas de las alumnas apenas sepan leer y escribir, abandonen el Colegio para trabajar en los almacenes. Para evitar esta huida, las Hermanas luchan para que continúen en el Colegio manteniendo las clases gratuitas. Comienza también a funcionar un internado que acoge a una veintena de jóvenes.
En el año 1956 se inicia una nueva atapa: se imparten clases de Segunda Enseñanza o Bachillerato como medio de tener más tiempo a las alumnas en el Centro y poderlas formar mejor. Al no contar con reconocimiento oficial estos estudios, los exámenes se realizaban en el Instituto Murillo de Sevilla. Los resultados eran, en general, buenos, y una vez acabado el Bachillerato y la Reválida, las Hermanas seguían preparando para la carrera de Magisterio a muchas de ellas.
En verano, también se promocionaba formación y preparación a Hermanas que carecían de estudios suficientes para la misión encomendada.
El Centro, en 1930 amplía su radio de acción atendiendo un nuevo servicio a la Comunidad: un Aspirantado,( interrumpido por la guerra civil) Fue, prácticamente en 1966 cuando de nuevo comienza a funcionar con un total de 80 aspirantes, que comparte sus clases con las alumnas preparado su formación intelectual con su formación cristiana y vicenciana. La inauguración tuvo lugar el 19 de marzo de 1966 por el Superior General P. Slattery, y como responsable del aspirantado Sor Julia Mañero. Muchas son las Hermanas que salieron en esta etapa del aspirantado.
El paso de los años da lugar a estilos diferentes de llevar el Aspirantado. A partir de año 1980 las aspirantes vive con su familia, estudian o trabajan y una vez al mes, en fines de semana, se reúnen en este Colegio, donde se les ofrece medios para discernir su vocación y fomentar el amor a los más necesitados. Esta nueva etapa fue responsable de llevarla a cabo Sor Mª Pilar Rendón, Consejera de Formación de la Provincia, por entonces.
Posteriormente se instala el Postulantado de la mano de Sor Carmen Gómez, Consejera de Formación, y Sor Elena Olmo. Este periodo ha ido cambiando de modalidad y adaptándose a los nuevos tiempo, y podemos decir que acabó en el año 2009.
Muchas son las Hermanas que han pasado en su época de formación por esta Casa y que la tienen como referencia en su vida.
No podemos nombrar a todas las Hermanas que han dejado una huella especial en esta Comunidad para no dejar por olvido a nadie, pero creo que no se ofenderá ninguna si resaltamos a Sor Presentación Tobar, que ha sido durante muchos años alma y vida de esta Casa y de este pueblo.

Actualmente el Colegio tiene una sola línea de Infantil, Primaria y Secundaria. Un profesorado inmejorable, competente y comprometido con la Escuela cristiana y Vicenciana. La Comunidad apoya toda la acción educativa y aporta cuanto puede para llevar a cabo la transmisión de la fe, la acogida, la cercanía. Atienden, en grupos pequeños de alumnos el oratorio, dejando en los niños el gusto por el silencio y la oración.
Como Centro Educativo, se realizan todas las acciones que conlleva el desarrollo del currículo, campañas sociales y misioneras, proyectos integrados, olimpiadas,… y un largo etc.
Recientemente, parte del Colegio, la más antigua, ha sido reformada y actualizada, permitiéndonos tener algunas dependencias de las que carecíamos antes: oratorio, biblioteca, tutorías, portería, todas ellas para dar un mejor servicio a las familias que siguen confiando a través de los años en nuestro Colegio.
A modo de conclusión podemos decir: Los que tenemos el gozo de disfrutar del presente somos portadores de un legado que debemos transmitir a las generaciones futuras.
“Saber más para servir mejor”

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