Recordando a Sor Ana

“ VIVO SIN VIVIR EN MI Y TAN ALTA  VIDA ESPERO, 

     QUE MUERO PORQUE NO MUERO”

“…PUES POR VUESTRA ME OFRECÍ: ¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MI?”

(Liturgia de las Horas)

Tal vez nuestra querida Sor Ana, en el gran día de Santa Teresa, pronunció con una fuerza especial estas bellas palabras del Himno que nos ofrecía la Liturgia de las Horas, y el Señor sin demora acogió sus sentimientos y la llamó para sí.

Ella, con coherencia y disponibilidad, que han sido uno de los rasgos sobresalientes de su perfil espiritual, respondió generosamente y se encuentra ya gozando de la verdadera VIDA, pudiendo proclamar en plenitud: “ quiero muriendo alcanzarle pues a Él sólo es al que quiero”.(Himno)

Nosotras, sorprendidas e impresionadas ante la inmediatez de su respuesta damos gracias al Señor por el testimonio de su vida, que fue un continuo acto de generosa ENTREGA a Él en los Pobres, siempre desde una verdadera COMUNIÓN de espíritus y corazones. 

En estos momentos, sintiéndome portavoz de todas las que conocimos de cerca su historia vocacional siento la alegría de destacar:

  • SU FIDELIDAD al Señor, a la Compañía y a todas las mediaciones, expresada en el gran espíritu de fe para asumir cualquiera de las decisiones que tuvieran incidencia en su vida o en su misión, por mucho que le costara; esta actitud la acompañó hasta los últimos momentos de su vida cumpliendo con exactitud cualquier disposición que brotara de las personas que la atendían, Hermanas o laicas. Su respuesta era el eco de las siguientes palabras “Hágase en mi, donde quieras cuando quieras y como quieras…”
  • SU PRUDENCIA sin límites para respetar y silenciar, ofreciendo total seguridad, ante cualquier confidencia que pudieras depositar en ella, ya procediera de su delicado Campo de servicio, como fue la Sanidad al ocupar puestos de dirección…como en su delicada Misión de Hermana Sirviente y Consejera provincial durante nueve años. Siempre le pudimos aplicar :“¿Quién es pues la sierva fiel y prudente, a la cual puso el Señor sobre su casa….?” (Mt.24,45)
  • SU RESPETUOSA DELICADEZA. Conjugada con la sencillez y normalidad sin dejar paso a ningún gesto de vulgaridad ni de rebuscamiento, al encuentro con ella podía acceder cualquier persona de la condición que fuera, los más vulnerables siempre encontraban una agradable apertura, una disposición al servicio y una oferta de intento a posible solución. Su gran sensibilidad y emotividad la dejaba ver de tal manera en su rostro que cariñosamente le decíamos que “tenía el don de lágrimas”  

Son muchos los tiempos que compartimos, por razón de la Misión. En el agradable diálogo con ella siempre el Señor me salió al paso dándome la gran oportunidad de parafrasear con exactitud las palabras que Él pronunció sobre Natanael: “He aquí una Hermana en quien no hay doblez” .(Jn.1,47)

Sor Ana, se aproxima nuestra Asamblea general  ¡gran acontecimiento del Espíritu!   Tú ya has franqueado la VERDADERA PUERTA. Desde ahí tendrás la gran suerte de celebrarla experimentando  el “IR HACIA…ENCONTRARNOS … Que así sea. 

Falleció en Sevilla, en la Cdad. Rcia. La Milagrosa, el 16.10.2021

Sor Mª Pilar Rendón

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