El pasado día 22 de junio, tuvo lugar el acto de clausura de los talleres formativos que se imparten en nuestro Centro de Día.
Se trataba de un día importante para nuestros chicos y chicas y, también, para el equipo de profesionales y de voluntarios, ya que se concluía una etapa formativa y queríamos cerrarla compartiendo un momento de encuentro y de convivencia, en el que los protagonistas fueran nuestros alumnos y alumnas, creando un espacio en el que éstos se sintieran como en casa, en familia, y en el que recibieran un reconocimiento a su trabajo y esfuerzo, así como mensajes de fe y de esperanza.
Sin perder de vista este objetivo, en las semanas previas, los profesionales, junto con un grupo de chicos y chicas de nuestro Centro, nos pusimos manos a la obra para preparar una jornada especial dedicada a ellos. El Centro se decoró y preparó para la ocasión.
El acto de clausura comenzó con el mensaje cercano de nuestra directora Sor Purificación Díaz.
A continuación, tuvo lugar una presentación de imágenes que contenían un resumen de lo trabajado durante el curso, así como fotos divertidas de los chicos, que nos sacaron más de una risa. Posteriormente, toda la Comunidad Educativa compartimos un bonito y agradable desayuno, en nuestras instalaciones, preparado por el profesor del Taller de Ayudante de Cocina.
Seguidamente, tuvieron lugar dos actuaciones por parte de un grupo de alumnos y alumnas del Taller de Ayudante de Cocina, que, previamente, estuvo ensayando y preparándolo todo, en los tiempos de recreo. Nuestra labor era la de coordinarlos, acompañarlos y orientarlos, pero fueron ellos los que plantearon las actividades y prepararon las mismas con ilusión y con esmero.
Hubo un baile que mezclaba una canción con mensaje, junto con otra divertida, y un rap creado y escrito por un alumno de nuestro Centro, con un mensaje dedicado a todas las personas que se ven obligadas a dejar a su familia y abandonar su país para buscar un futuro mejor. El salón se llenó de aplausos y ovaciones con las actuaciones.
Poco a poco, se iba creando un espacio de sintonía, ilusión, alegría y fiesta. Posteriormente, el equipo docente hizo entrega a los alumnos de los diplomas y expresaron unas palabras dedicadas a los chicos, con los que nos sentimos muy vinculados. Además, se entregó una maceta de hierbabuena, así como un jabón ecológico, preparados por alumnos del Taller de Viverismo.
El evento llegaba a su fin con un mensaje por parte de una de las psicólogas de nuestro Centro, centrado en las esperanzas e ilusiones que volcamos en el cielo, al mirar a las estrellas; y finalizó con una poesía de agradecimiento escrita por un profesional nuestro y leída por un alumno marroquí que lleva tan sólo tres meses en España.
Fue un momento emotivo, donde no faltaron las risas y las lágrimas; en el que, varios alumnos y alumnas, de forma espontánea, abrieron su corazón, salieron a hablar y compartieron la experiencia de su paso por nuestro Centro con el resto de compañeros, y sus muestras de agradecimiento.
Lo habíamos conseguido: celebrar una clausura donde los protagonistas fueran ellos, los chicos y chicas que forman parte de nuestro Centro; son ellos los que dan sentido a todo lo que hacemos desde El Pino, los que mueven nuestras acciones, las que realizamos los profesionales que trabajamos aquí. Trabajamos por y para ellos, para dotarles de recursos y herramientas que les sirvan en la vida. Es mucho lo que les enseñamos pero, también, es mucho lo que ellos nos dan. Por ello les damos las gracias, y nos sentimos afortunados de haber podido contar con un alumnado tan especial. A ellos, desearles todo lo mejor en la vida, que no se rindan y que luchen por sus sueños e ilusiones. Siempre les llevaremos en nuestro corazón. Les deseamos un feliz verano.
Poesía: “Carta a Corazón Abierto”. Escrita por Jaouad
Doy las gracias al destino que me llevó y a la otra orilla que me acogió.
Doy las gracias a quien me dio la espalda empujándome hacia la aventura.
Doy las gracias a la pobreza que me armo de valor.
Doy las gracias a la desgracia, porque sin ella no habría cambio en mi vida.
Doy las gracias a la mano tendida y a la esperanza dada.
Doy las gracias a la fraternidad sentida y a la caridad recibida.
Doy las gracias al cobijo y al pan diario.
Doy las gracias al ser humano que me desilusionó y al otro que me la ha devuelto.
Doy las gracias a cada cual que se ha puesto en mi camino para bien o para mal.
Doy las gracias al Señor, al Creador, a Alá, por cada día, cada hora, cada minuto de esta sagrada vida.
A la enseñanza recibida, a los valores inculcados y la oportunidad brindada.
Doy las gracias a la crítica constructiva, al hacerme ver mis fallos y ayudarme a crecer.
Doy las gracias por animarme a lograr mis metas, sueños que me enorgullecen y os enorgullecen de mí.
Doy las gracias al poder darlas, y para terminar os digo GRACIAS.