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Memoria Agradecida

Sor María Oliva Toral Cavero

Sor María Oliva Toral Cavero  falleció en Las Palmas de Gran Canaria, en el Colegio Sagrada Familia,  el 30 de enero de 2021.

El día 30 de enero de 2021, fallece nuestra Hermana, casi de repente, sin esperarlo.

Era natural de León, nació el año 1929 y entró en la Compañía  el 27 de octubre de 1950.

Pasó por varias comunidades, todas ellas dedicadas sobre todo a la Infancia, siempre en Canarias; haciendo mucho bien allí por donde  estuvo destinada.

A esta Comunidad del Colegio de la Sagrada Familia, en el Lomo Apolinario, llegó el 12 de diciembre del año 2000, cuando se preparaba el cierre de su última Comunidad,  el Internado de Nuestra Señora de los Ángeles, en las Palmas. Vino acompañando a otra Hermana mayor y enferma, a la que  cuidó con mucho esmero y delicadeza,  hasta que falleció en el año 2007.

Dedicó bastante tiempo a la Catequesis en la Parroquia de San Vicente de Paúl (Lomo Apolinario), y acompañando a la Asociación de la Medalla Milagrosa. Mantuvo siempre una  muy buena y cordial relación con todos los agentes de Pastoral de dicha Parroquia, que siempre la apreciaban mucho.

Cuando nos reunimos la Comunidad para hablar de sus virtudes, las Hermanas destacaron las siguientes:

Era una Hermana acogedora y cercana, mostraba interés por todo lo que sucedía, ya fuera en la Comunidad como en el Colegio. En estos últimos años que fue desmejorando poco a poco su salud, no se quejaba de sus males; llevaba con paciencia sus sufrimientos. Era muy servicial, atenta y generosa, compartiendo lo que tenía, participaba con fidelidad en los actos comunitarios y, aunque fue perdiendo la voz y apenas se le oía, allí  estaba presente… con su silencio y escucha atenta…

Escuchaba Radio María, y se sentía muy acompañada por todo lo bueno que esta emisora le ofrecía; rezaba varias veces al día, pues por los horario no llegaba a rezar con la Comunidad; también rezaba Laudes y Vísperas además del Rosario y otras oraciones. Disfrutaba con los buenos programas de la radio y, en ocasiones,  nos comentaba algo…

En los últimos días, que ya se notaba más débil, decía que estaba dispuesta para el encuentro con el Señor; se daba cuenta de que estaba mal, pero no tenía miedo… Lo que nos dejó en el momento de su marcha fue mucha paz y serenidad. Su partida fue muy rápida: se había levantado bien por la mañana, estaba sentada en su cuarto, y allí quedó en coma. No pudo recuperarse. Las Hermanas la atendimos y acompañamos hasta la llegada de las asistencias,  que solo pudieron certificar su muerte.

Confiamos que estará ya gozando de la presencia del Señor, junto a las demás Hermanas que le precedieron en años anteriores. Sor María, te seguimos recordando…

Tus Hermanas de Comunidad 

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