“AHORA, SEÑOR, SEGÚN TU PROMESA, PUEDES DEJAR A TU SIERVA IRSE EN PAZ”

Sor Raquel Sáez Irigoyen

Falleció en Las Palmas, el día 20 de abril de 2017. Comunidad Margarita Nasseau – Las Palmas.

Fue una verdadera Hija de la Caridad, que supo ver a Cristo en el Pobre y vivir el proyecto que Dios tenia para ella, con una entrega total a Él.

El amor a la Comunidad, la escucha, la acogida, fueron actitudes constantes en su vida, una vida que pasó entre fogones y calderos, cocinando y preocupándose con mucho amor de todos los niños y mayores a los que servía. Su delicadeza llegaba hasta el hecho de personalizar la alimentación para algunos que así lo necesitaban y preocuparse especialmente por los que tenían más necesidad.

Su labor evangelizadora la ejerció con entusiasmo, dedicación y amor en varias comunidades de las Islas. Cuando vino a la nuestra, la Comunidad Margarita Nasseau, ya estaba muy delicada, y después de una larga enfermedad, llevada con paz y serenidad, entrego su alma al Señor a los 91 años de edad y 68 de vocación.

Sor Raquel, siempre te recordaremos con mucho cariño.

Comunidad Margarita Nasseau – Las Palmas.

TESTIMONIO DE SU FAMILIA

Querida tía Raquel. A pesar de la distancia, siempre has estado muy cerca de todos nosotros, de tus hermanos, tus sobrinos, tus primos, tus vecinos de Lumbier…todos los que te vieron crecer y disfrutar tantos veranos en el pueblo.

Tus visitas eran la excusa perfecta para juntarnos todos y disfrutar de la familia.

¡¡Que ha venido la tía Raquel!! Y aquello era una fiesta, preludio de las fiestas del pueblo o de la celebración de la Virgen de agosto ¡Qué recuerdos más hermosos!

Ahora, tía, somos nosotros quienes, a pesar de no poder estar ahí, nos sentimos muy cerca de ti, muy cerca de quienes han sido tu otra familia y sienten tu despedida tanto como nosotros. Nos sentimos cerca de todas tus Hermanas de Comunidad, y de todos aquellos que te han querido como nosotros, pesar de la distancia.

Hoy también nos juntaremos y rezaremos mirando alguna imagen de la Virgen Milagrosa que tantas veces nos has regalado, y seguiremos pensando en ti, en lo afortunados que fuimos a pesar de estar tan lejos, y sobre todo en lo afortunados que fueron aquellos que te han tenido tan cerca.

Descansa en paz, tía Raquel, vuelve a los brazos del que te dio la vida, junto a los abuelos, los tíos Aurelio , Paco, Antonio…Sabemos que estás en las mejores manos, en las manos de Dios, así que   ¿Qué más se puede pedir?

Ahora, tía, ya que no hay distancias que nos separen, te decimos un hasta siempre, porque, como siempre, seguirás estando ahí con todos nosotros.

Tu familia que te añora y te quiere.

 

 

 

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