JMV de Granada

Jornada de envío

Nos reunimos varios Jóvenes y Hermanas en la Comunidad de Regina Mundi para tener un día de reflexión personal, para profundizar en cómo debe ser nuestro servicio en los distintos lugares en los que los jóvenes serían enviados. 

Los destinos eran:

Residencia de Mayores “Santa Luisa de Marillac” de Cuevas del Almanzora, en Almería

Residencia Infantil “San Agustín” de Vera, En Almería

Los Campamentos Vicencianos en Torre Benagalbón, en Málaga 

Estuvimos durante la mañana reflexionando cómo debían ser nuestros gestos y nuestras palabras, nuestras actitudes y nuestras acciones para llevar a cabo el servicio al que Dios nos enviaba. En nuestra reflexión por varias Calles y Avenidas, que nos llevaban a profundizar en el sentido más interior de nuestro servicio, abriendo nuestro corazón al resto de los que como yo éramos enviados. 

En la Avenida de la amistad descubrimos que necesitamos herramientas sólidas y firmes que nos ayuden a ser vehículo de la ternura al que éramos llamados, como: La Oración, la Transparencia, la Ilusión, el Amor, la Entrega, el Acompañamiento, el Respeto, la Asertividad, la Empatía y sobre todo la Comunidad.

En la Avenida de la Profecía, cada uno de nosotros escribió la frase o palabra que le animaban cada día a ser profeta, y las usaríamos en nuestros respectivos servicios para sentirnos verdaderamente sostenidos por Dios:

“Testimoniando la sencillez de vida, buscando lo único necesario: Dios”

“Mi herencia, los Pobres, Amarlos y Servirlos”

“¡Desde el Amor de Dios, todo va a salir bien!”

“Amor Incondicional”

“No hay mayor felicidad que conseguir lo que otr@s consideraban Imposible”

Entre otros…

 

Y por último, en la Avenida de la Amistad con Dios, dejamos a Dios susurrar a cada uno sus palabras al oído y ponerlas en nuestra boca para compartirla, para expresar desde nuestro corazón las palabras que guía cada día nuestro existir y que nos acompañaràn durante estos días de servicio:

“Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos y servirlos a todos”

       (Mc 9, 35);

“Testigos del Amor de Cristo”, 

“Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber”

(Mt 25, 35-45)…

 

Después de compartir nuestra reflexión y vida, se nos animó a tomar una figura geométrica, como símbolo de las distintas caras y facetas que tiene el servicio vicenciano, para ir rellenándola con nuestras reflexiones.

Un día precioso en el que, sin duda, todos nos fuimos con el corazón lleno de alegría por el compartir fraterno y sencillo de este día. Gracias a tod@s los que como yo pudimos vivir este día intensamente, y sobre todo a las personas que nos acercaron a esta experiencia llena de vida y bendecida por Dios. 

Una Participante

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