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La Caridad es inventiva hasta el infinito

Con esta frase quisiera compartir con ustedes las experiencias que han supuesto el compartir todas las actividades que referiré a continuación.

Las imágenes de los Hogares y de las Comunidades de Hermanas mayores, como lugares un poco aburridos, donde parece que ya se ha trabajado bastante y que es tiempo de descansar, es errónea.  Una Residencia o una Comunidad de mayores puede ser un lugar dinámico, divertido, alegre, donde se hagan muchas actividades, que a pesar de los años, nos muestran lo que aún son capaces de hacer nuestros mayores. 

Esto es lo que ocurre en nuestras Residencias y Comunidades, y aquí también en  el Hogar Virgen Poderosa de la Laguna, en Tenerife.

Aunque las actividades continúan durante todo el año, es, indudablemente, el verano el tiempo privilegiado para algunas de ellas.

 Antes de informarles sobre las mismas, quisiera compartir con ustedes una experiencia muy bonita que estamos haciendo a nivel de comunidad.

Todo el mundo conoce que el deterioro cognitivo es progresivo y va en aumento, pero hay pequeñas estrategias que lo pueden frenar un poco. 

En nuestra Comunidad hay muchas Hermanas dependientes y un grupo de no dependientes, pues bien,  tres de  entre ellas (todas de más de 84 años) se han constituido en “profesoras”. Cada una tiene dos “alumnas” con las que trabajan juegos didácticos adecuados a su nivel, o juegan al parchís Todas las tardes la sala de comunidad se convierte en un aula de: Vida y Aprendizaje.                     

   Durante este mes de septiembre las Hermanas del Hogar han podido disfrutar de diferentes actividades que, sumadas al trabajo diario a nivel cognitivo, físico y espiritual, han aportado diferentes formas de trabajar el envejecimiento activo. (Animadora del centro)

Comenzamos por las idas a la Playa. 

En esta ocasión, la actividad ha consistido en disfrutar en  unas de las piscinas naturales con las que cuenta el municipio. Esta actividad se realiza en conjunto entre las áreas de Animación y Fisioterapia, por lo que se aprovecha para realizar terapia física acuática y estimulación cognitiva fuera del hogar, usando los elementos del entorno para trabajar. (Animadora del centro)

Me emociona ver la alegría de las Hermanas y usuarias cuando se van a la playa.

Es grande y muy digno de valorar el esfuerzo que hace el personal que va con ellas y la Hermana encargada de llevar materiales y lo necesario, así como estar pendientes, junto con el equipo animador, de la actividad realizada en el agua.

Todo esto es posible, gracias a la donación hecha por la Hermandad del Santo Cristo de la Laguna, que ha costeado el transporte especializado en llevar carros de ruedas y personas con discapacidad.

La caridad es inventiva hasta el infinito.

Así que no nos quedamos en esto, sino que tenemos:

 Los paseos en bici. Junto con los voluntarios y voluntarias  Tenerife por la Bici.

Las Hermanas han podido recorrer la ciudad de La Laguna desde el triciclo, visitando rincones emblemáticos de nuestra ciudad, disfrutando del paseo y compartiendo con las personas voluntarias; también han sido de mucha ayuda ya que en ocasiones son las que acompañan a señoras o Hermanas muy dependientes, que por diferentes motivos no pueden ir solas en el triciclo

Muchas más actividades han hecho y hacen que la vida en el Hogar se desenvuelva en su día a día, de limitación y dependencia como una madeja de bellos colores, pues hasta el más pequeño hilo es necesario para hacer un tapiz.

Desde aquí, nuestra gratitud, a aquellos que luchan porque la creatividad no se ahogue con la rutina.

Es verdad que todo esto y mucho más que sería demasiado largo de contar en estas páginas, no se podría hacer sin el formidable equipo que tenemos: Hermanas, animadores, fisio y auxiliares, que dejando incluso su día libre han venido a colaborar.

Son profesionales que saben “Ver” con el corazón; y que a través de los rasgos de nuestros mayores, de sus “despistillos” y de estar en su mundo, sabemos sacar lo mejor de cada uno de ellos, lo poquito que tienen  y valorar hasta, como dije antes el más pequeño hilo, pues si este faltara, le faltaría “Algo” al Tapiz.

No nos limitemos a verlas envejecer, hagámoslas vivir.

El mejor regalo que le podemos hacer a nuestras Hermanas y señoras dependientes, es el sentirse personas capaces en su medida sea grande o pequeña de disfrutar con la belleza de la naturaleza.

              El equipo del Hogar Virgen Poderosa.

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