El Colegio de La Purísima de Santa Fe (Granada) está viviendo un penosísimo acontecimiento. El 9 de marzo recibíamos la noticia que nadie quería esperar, nuestra querida Laura, “la Seño Laura” estaba ya gozando en la presencia de Dios en el cielo, nos había dejado la noche anterior.

El colegio quedó consternado, profesores, alumnos, personal de administración y servicios, padres, antiguos, antiguos alumnos, nadie podía comprender que esta compañera y amiga luchadora, entregada a los demás, gran docente, de profunda fe y un amor ferviente a su Virgen Milagrosa nos dejara para siempre.

Nació, creció y desarrolló toda su vida en Santa Fe, por ello las muestras de dolor y cariño han sido innumerables: autoridades locales, centros educativos y cada uno de los habitantes de la localidad y sus proximidades se han unido expresando su cariño, afecto y dolor por su pérdida.

Todos los centros educativos de las Hijas de la Caridad se unen también a nosotros como una única familia que formamos. Nuestros Superiores, desde el primer momento se hicieron cercanos al Centro mediante sus bellas palabras de consuelo. Sintiéndose parte integrante de la labor que realizan en los centros, también manifiestan su pesar y alientan nuestra labor, incluida la realizada por Laura y la que desde el cielo seguirá realizando siempre. “La tarea educativa de la Purísima, la promoción del Pueblo de Santa Fe” a ella se la encomendamos seguros que será la gran intercesora ante el Señor.

Laura, aunque físicamente no estás con nosotros, te llevamos y llevaremos siempre en el corazón, serás nuestra confidente porque nos unen lazos estrechos que nunca desaparecen. Sigues viva entre nosotros, la fe mueve montañas y juntos las moveremos.

Id y enseñad es lo que Jesús dijo a sus discípulos, nos lo sigue diciendo a cada uno, a ti también porque sabemos que Cristo es la Resurrección y la vida.

Laura, gracias por regalarnos tu vida cada día, sigues viva entre nosotros, te sentimos no solo en el corazón sino también en los pasillos del cole, en las aulas, en cada alumno. Te querremos siempre. 

MI QUERIDA LAURA

Compañera muy querida y amada,

Hoy más que nunca quiero recordar,

Tu sonrisa que a todos agrada,

Con tu luz nos quiere alumbrar.

Cuando de jóvenes embarcamos,

En un raudo velero,

Con ímpetu todos navegamos,

Remando cual auténtico barquero.

No es fácil navegar en esta travesía,

Encontrar una verdadera amiga,

Una amiga que en su corazón nos acogía,

Y dentro de él nuestra alma abriga.

Qué bien que ese barquito velero,

Tenga las velas alzadas!

Y sentir con un tierno te quiero,

Que a tu lado nos sentimos amadas.

Con tu alegría, de luz el colegio inundas,

Tu viveza graciosa y llena de amor,

Junto con tu dulzura dejan huellas profundas,

Queremos aprender a vivir con tu ardor!

Navegando podemos sentir el viento,

Que con suavidad roza nuestra cara,

Hoy quiero recordar lo que siento,

Y expresar como tu ejemplo me guiara.

Una compañera, una auténtica maestra,

Para los niños que ayer contigo navegaban,

Hoy el tiempo nos demuestra,

Que a tu lado pocos naufragaban.

Y esos niños que en su camino guiabas,

Hoy son hombres marineros,

De la mano con ellos andabas,

Hoy son tus más firmes asideros.

Cuando se avecina la tempestad,

Hoy en adultos convertidos,

Sienten que a tu lado pueden acampad,

Contigo se sienten protegidos.

Que en este barquito velero tengan acogida,

Tus compañeros que mucho te quieren,

Que nuestra bondad a tu lado adquirida,

Haga que todos en el mundo se enteren.

A la escuela Vicenciana dedicaste tu vida,

Hoy la Pequeña Compañía se entristece,

Ya San Vicente con cariño te cuida,

Con tu ejemplo Él te lo agradece.

Las Hijas de la Caridad a tu lado han estado,

Un trocito de ellas sienten que se les ha ido,

Junto a ti el Camino han andado,

Hoy lloramos a la amiga que siempre has sido.

Mercedes Ortega Molina

09-03-2021

Santa Fe. Marzo del 2021