Hijas de la Caridad España-Sur > Noticias > Hijas de la Caridad > Carta de Sor María del Carmen Polo con motivo de La Encarnación
Donde Dios me quiere

Carta de Sor María del Carmen Polo con motivo de La Encarnación

 “Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel” (Lc 1, 29)

Un día corriente en la vida de María su realidad quedó interrumpida y velada, durante unos instantes, por la llegada de un ángel de Dios que invadió su espacio y su tiempo y atrajo toda la atención de la joven durante unos momentos que se han convertido en eternos. Es bueno evocar y volver a contemplar, este acontecimiento que, estoy segura, ha debido ser el más comunicado de la historia, para poder seguir enriqueciéndonos con este misterio de amor.

El “hágase” de  María fue mucho más que una aceptación puntual a un desafío heroico. Lo que hizo fue aceptar y ligarse al Amor para siempre. Cada persona, que siente la llamada de Dios, se puede sentir protagonistas, junto a María, de aquella escena porque, de alguna forma, queda conectada desde que Dios interrumpe el curso natural de su vida, cuando la elige y la llama por su nombre. 

Este proyecto de amor da dado sentido a toda historia personal y abre al futuro con confianza. 

Cuando el ángel se retiró todo seguía igual pero la práctica de su vida quedó, profundamente, transformada. ¿Qué nos enseña María? ¿Qué pasa en nuestras vidas cuando decidimos encarnar al Hijo de Dios en este mundo? 

El primer signo de que llevamos a Jesús pasa por el deseo de encuentro y por la alegría compartida. También pasa por el abrazo, el diálogo y el servicio. Como nos dice el Papa Francisco, somos “visitados para visitar, encontrados para encontrar, amados para amar”.

Contemplemos a María, mujer del primer paso, y abrámonos a las nuevas perspectivas que suscita. No hay mujer en la historia que haya sido más audaz e innovadora que ella. No hay movimiento feminista que haya hecho más por la dignidad de las personas. No creo que haya habido una madre más equilibrada y generosa. Y, por supuesto, no creo que haya existido un creyente que cumpliera mejor la voluntad de Dios. 

No desaprovechemos esta oportunidad de brotes nuevos y de mejora.

Feliz día de la Encarnación.

Comentario
Accesibilidad