Memoria Agradecida

Sor Pino Sosa Morales

Sor Pino Sosa Morales falleció en Las Palmas de Gran Canaria, el día 9 de enero de 2020.

Se fue….se marcho… con prisa, calladamente… dejándonos un vacio difícil de llenar; sabíamos de su enfermedad, pero el desenlace fue tristemente rápido y sin esperar.

Sor Pino Sosa Morales, nació en Cardones (Arucas), Gran Canaria el 30 de Junio de 1942, entro en la Compañía el 30 de Agosto de1963; desde el Seminario regresa a su querida tierra, en concreto a Arucas, al Hogar de niñas de Auxilio Social.

Varios fueron sus destinos siempre vinculados a la infancia y a la docencia. Hizo la carrera de Magisterio para un mejor servicio, y fueron los Hogares de niñas de Los Ángeles, el de niños de Mario Cesar, los Colegios Sagrado Corazón, en Arucas, Ntra. Sra. del Carmen (Las Palmas) y la Sagrada Familia en Las Palmas, donde estuvo hasta que cumplió la edad de la jubilación y fue enviada como Hna. Sirviente a la Obra Social de San Fernando en Maspalomas.

Un cambio fuerte, dejar niñas para dedicarse a los descartados de la sociedad. Al principio le costó mucho, pues decía “a mí siempre me han dado mucho miedo los borrachos”; a los pocos meses expresaba con mucha alegría: “la voluntad de Dios ha obrado grandes milagros en mí, he superado temores y miedos y soy plenamente dichosa sirviéndoles”.

Su gran amor a la Compañía la llevaba a cuidar con esmero los actos comunitarios. y a cumplir con exagerada exactitud todo lo que venía desde la Casa Provincial: las cartas y recomendaciones de los Superiores eran para ella: Palabra de Dios.

Minuciosa en todo lo que hacía, colaboraba y participaba en todas las actividades de la Parroquia, siempre desde la humildad y calladamente; ayudaba  a los diferentes grupos formándoles y enseñándoles a mejorar en sus servicios, manteniendo con fidelidad el Carisma Vicenciano.

El día 9 de enero por la tarde se abandonaba definitivamente en los brazos del Padre, a la misma hora que en la Parroquia celebraban la Oración ante el Santísimo y pedían a Dios que la acompañara en su último viaje

Al día siguiente la despedíamos con una Eucaristía muy emotiva y solemne, acompañándonos varios sacerdotes y un gran número de personas, que, desde el Sur se trasladaron para rendirle un último homenaje.

La Cdad. Parroquial, el pueblo y su Comunidad lloran su pérdida, pero en medio del dolor, les brotan sentimientos de acción de gracias al Señor por habernos regalado la gracia de haber podido compartir nuestras vidas con la de Sor Pino.

¡VEN, BENDITA DE MI PADRE, PORQUE TUVE………….. ¡GRACIAS, SEÑOR!

Sus Hermanas de Comunidad

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