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Carta de la Visitadora de la Provincia España-Sur

FESTIVIDAD DE SANTA LUISA DE MARILLAC

Inmersos, plenamente, en el mes de mayo que, con tanto amor, dedicamos a María nos disponemos a celebrar la fiesta de Santa Luisa de Marillac y qué mejor manera  que pensar en nuestra querida Fundadora y contemplarla en su relación con la Santísima Virgen.

“Cuando nos sintamos llenos de gratitud por las gracias de Dios que hemos recibido

a través de la Encarnación y por los ejemplos de la  vida de Jesucristo

miremos a la Santísima Virgen como el canal por el que todo este bien ha llegado

hasta nosotros y hagamos, con tal motivo, actos de amor hacia ella”

(SL E.68,203)

El seguimiento de Cristo lleva implícito el amor a María, “canal por el que el bien de la Encarnación ha llegado a nosotros” . Como Dios  sigue llegando hoy a nosotros por el mismo “canal” imitemos a Santa Luisa y “hagamos actos de amor hacia ella”.

Reflexionando sobre los actos de amor que podríamos dedicarles a María en este momento  recordé lo que el Papa Francisco nos decía en la Exhortación Apostólica Gaudete et exsultate en el número 176 “Ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. Ella es la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de santidad y nos acompaña. Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juzgarnos. Conversar con ella nos consuela, nos libera y nos santifica. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicarle lo que nos pasa. Basta musitar una y otra vez: “Dios te salve, María..” Buenas pautas para seguirlas.

Santa Luisa fue una mujer de gran devoción a María y nos  transmitió, de muchas formas, el amor a Ella. Cuando estaba empezando una nueva etapa en su vida, allá por el año 1626 quiso expresar su entrega a María a través de un acto de consagración pues sabía que esto la colocaba en el camino seguro para ser “más perfectamente de Dios” recorriéndolo de forma inversa, ya que Dios vino a nosotros por María. Se dirigió  a la Santísima Virgen diciéndole: “Soy toda tuya” “…enséñame a imitar tu santa vida, mediante el cumplimiento de lo que Dios quiere de mí. Con toda humildad reclamo tu ayuda; tú que conoces mi debilidad y ves mi corazón, dígnate suplir con tus súplicas lo que yo deje de hacer por mi impotencia o negligencia.” (SL. E.5,15)

En estos momentos tan difíciles que estamos viviendo creo que nos viene muy bien acudir a estas dos grandes mujeres. Releamos la vida de Santa Luisa y apliquemos sus métodos desde la realidad que tenemos hoy e imitemos las virtudes de María para no decaer, jamás, en el seguimiento de Cristo.

¡FELIZ DÍA DE SANTA LUISA DE MARILLAC!

Sor Mª Carmen Polo

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