Memoria Agradecida

Sor Ángela Prats Miró

Sor Ángela Prats Miró falleció en Granada, el día 10 de noviembre de 2020.

“Para que la obediencia sea tal como Dios nos la pide,

es necesario que obedezcamos con gran sencillez y humildad”

  (Santa Luisa de Marillac)

Hoy queremos dar gracias al Padre por la vida de Sor Ángela, una vida que hemos tenido la suerte de compartir. Ella encarnó la humildad, la sabiduría y la prudencia. Dios te bendijo con muchos dones y que supiste poner al servicio de los que vivimos a tu lado. Discreta, serena, abnegada, supiste siempre agradecer cada pequeño gesto, cada pequeña palabra.

Su vida como Hija de la Caridad comenzó en el Hogar de Armilla entre tantas personas necesitadas de cariño. Estuvo dispuesta cada minuto a ayudar y centrar en ellos su lucha del día a día.

¡Qué bonitas palabras salían de su boca! ¡Cuántas veces hemos encontrado todos, consuelo en ellas!

Siguió sus estudios de Trabajo Social. Ese “Saber más para servir mejor” ya resonaba en su mente y en su alma entregada a los más pobres.

Después llegó a Calderón, con Sor Teresa. Esa nueva etapa marcó su vida. Siempre elegía un discreto segundo plano. ¡Cuántos problemas compartidos, cuántos desvelos! Entre las dos hicieron realidad el comienzo y los primeros pasos del Colegio Regina Mundi, que fueron su casa durante tantos años y siempre seguirá siéndolo.

Siempre sencilla, sensata, recta y consecuente con el carisma que impregnó cada rincón de su ser. A través de las Matemáticas llegaba a sus alumnas. Muchas generaciones la recordarán siempre, ya que hizo de una Ciencia Exacta, un medio de encuentro con los más débiles y los que más lo necesitaban.

Vino después otro servicio como Consejera de Enseñanza y posteriormente como Visitadora de la Provincia de Granada, donde se entregó de lleno, como siempre, a su labor, con cada Hermana, con las Comunidades y las familias de la manera que la caracterizaba, sin artilugios ni discursos grandilocuentes sino desde la prudencia y el amor a Dios.

Ahí nos encontramos en el camino. Yo empezaba en el Hogar, al igual que ella también lo hizo un día. Me animó a estudiar y pude ver en ella una Hermana enamorada de la enseñanza.

Después de este recorrido volvió de nuevo al Colegio donde vivimos momentos felices y serenos estos últimos años, trabajando codo a codo. Siempre atenta, siempre a la escucha de las necesidades de los demás, nunca dejaba escapar un detalle.

Le agradeceré siempre que confió en mí desde el principio, que me apoyó y animó. Quiero agradecer sus palabras en los días en los que faltaban las fuerzas, en los días tristes, en los momentos duros, sus sabios consejos, y por ser tan agradecida con las pequeñas cosas y gestos.

He sabido siempre que Dios la puso en mi camino. Y sé también que Dios la puso en el camino de tantas personas y Hermanas… y que hoy solo tengo palabras de agradecimiento a Dios por una vida plena y entregada que se nos ha ido al Cielo.

Sé también que desde el Cielo, con las Hermanas y con su querida Sor Teresa estará cuidándonos y pidiendo al Padre por cada uno de nosotros. No la olvidaremos nunca. Sabemos que San Vicente de Paúl y Santa Luisa la recibirán felices de encontrarse con tan humilde y digna Hija de la Caridad.

Sor Inmaculada Madrid Cuenca.

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