Recordando a Sor Cristina

Hace más de 30 años, tuvimos el honor de conocer a Sor Cristina, en el voluntariado de Pastoral Penitenciaria de Badajoz.

Pensar en ella, es ver a una Hija de la Caridad santa, mujer llena de bondad, generosidad, simpática, con una gran sonrisa, que alegraba a los Internos y a todas las personas que con ella compartíamos este voluntariado.

Su saludo hacia los Internos era “como estás mi rey”. Derrochaba cariño por donde pasaba.

En sus visitas al Centro Penitenciario siempre llevaba un bolso en el que cabía de todo: tarjetas de teléfono, caramelos, tabaco…para los muchachitos, como los solía llamar ella.

Siempre comentaba que llevar tabaco no era muy correcto, pero lo llevaba porque ya que estaban privados de casi todo, que pudieran disfrutar de algo que le gustaba a ellos. Todos estos pequeños detalles que llevaba “Sor Cris”, como cariñosamente la llamábamos, lo hacía desde la grandeza de su corazón.

Para nosotros ha sido un gran ejemplo de cómo vivir con ella las Bienaventuranzas: “estuve preso y me visitasteis, desnudo y me vestisteis…”

Estaba atenta a todos los Internos, pero con preferencia por  los más desfavorecidos, y que vivían en la calle en la indigencia, para hacerles llegar ropa, y también a los que sus familias no podían enviársela.

Siempre mostró un gran cariño y cercanía a nuestra familia, especialmente a nuestra hija Isamary. Como ella procedía del país vasco, siempre la llamaba Escapolita, que significa “niña bonita”.

Isamary comenzó el voluntariado en el centro penitenciario, sin tener la mayoría de edad, impulsada, animada y entusiasmada por Sor Cris.

También participábamos junto a ella en la preparación de la liturgia, del coro, para las celebraciones de la eucaristía con los Internos.

Era de espíritu antisistema con muchas de las Normas de las Instituciones Penitenciarias, pero nunca las infringió, todo lo hacía desde su grandeza de corazón.

Siempre la recordaremos con gran cariño y admiración: funcionarios/as, internos/as, y voluntarios/as.

Manoli, Isamary y Ricardo

 

Comentario
Accesibilidad