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Discernimiento en la Vida Cotidiana

Encuentro de Hermanas de 26 a 30 años de vocación

Avila 4-6 de mayo

“El discernimiento es un instrumento de lucha para seguir mejor al Señor. Nos hace falta siempre, para estar dispuestas a reconocer los tiempos de Dios y de su gracia”.

Papa Francisco G.E. 169

David Guindulain, sj. fue quien guio estos dos días de reflexión y encuentro. Nos dio pistas para el discernimiento personal y tomar conciencia de una misma; de lo importante que es parar y reconocer la moción o el movimiento interior de la vida espiritual que me lleva a…; de vivir en la verdad, la consolación o la desolación, sabiendo que son momentos o situaciones personales que a todas nos llegan y de afrontarlas junto a un acompañante que como el buen samaritano sostiene, carga, e insinúa nuevos caminos.

Con este texto del P. Pedro Arrupe comenzábamos el encuentro interprovincial de Hermanas de 26 a 30 años de vocación, en Ávila.

¡Enamórate!

No hay nada más práctico que encontrar a Dios.

Es decir, enamorarse rotundamente y sin ver atrás.

Aquello de lo que te enamores,

lo que arrebate tu imaginación,

afectará todo.

Determinará lo que te haga levantar por la mañana,

lo que harás con tus atardeceres,

cómo pases tus fines de semana,

lo que leas, a quién conozcas,

lo que te rompa el corazón

y lo que te llene de asombro

con alegría y agradecimiento.

Enamórate, permanece enamorado,

y esto lo decidirá todo.

(Pedro Arrupe)

¡Enamórate! Y todo se unificará hacia un lugar. Es sorprendente con qué facilidad se nos olvida lo que realmente importa, gastamos nuestras fuerzas, nos estresamos, perdemos la paz por cosas realmente irrelevantes. Lo cierto es que en el día a día vivimos “aceleradas” pendientes y ocupadas en mil tareas, necesarias ciertamente pero necesitamos tiempo para pararnos, respirar profundamente y reorientar la vida. Centrar la vida en Cristo producirá unos efectos sorprendentes, tanto para nosotras mismas como para quienes nos rodean pues viviremos reconciliadas con el pasado, enraizadas con el presente y abiertas al futuro. En esta tarea nos jugamos el ser mujeres apasionadas por el Reino.

¡Reenamórate de Dios! Cuando las cosas no salen como se espera, cuando te sientes cansada de las mismas luchas y caídas, cuando no ves los frutos, cuando la rutina y monotonía aparecen casi sin darte cuenta o simplemente sientes que la vida va pesando y pasando…

           “Dios estaba ahí, pero yo no me había dado cuenta” Génesis 28,16

Recordar que Dios se sirve de lo cotidiano para hacerse presente, simplemente es cuestión de reorientar, confiar y redescubrir las “verdades que fundamentan la vida”. Para ello es fundamental discernir cuando busco la Gloria de Dios o cuando me busco a mí misma. Dedicar tiempo a releer y a descubrir esos “movimientos interiores” que han sido y son, el paso y la presencia del Dios de la Vida en la vida. 

¡Enamórate, permanece en el Amor! Vivir con intensidad la vocación, “Ojala puedas reconocer cuál es esa palabra, ese mensaje de Jesús, que Dios quiere decir al mundo con tu vida” esto requiere pararse y volver a pasar por el corazón lo vivido, lo cotidiano y lo soñado. La vocación es nuestro yo más profundo o nuestro eje vital, sobre el que se construye nuestra vida de Hijas de la Caridad, nuestra vida en el amor. Discernir bien en la vida cotidiana nos llevará a vivir en radicalidad nuestro ser más profundo y los demás intuirán que es el Amor, y la misericordia, y la compasión, y la justicia…

Fueron dos días muy intensos, gracias  todas las que han hecho posible que vivamos estos días de enriquecimiento personal, espiritual y vocacional.

Sor Amparo Ortiz H.C.

Prov. España Este

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