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PROVINCIA ESPAÑA-SUR

Presentación de las Consejeras provinciales

Hoy día 2 de junio, festividad de la Ascensión del Señor, la Provincia vive otro día de acción de gracias al Señor, porque continuamos haciendo camino. En el marco de la Eucaristía hemos tenido la presentación de las Hermanas que desempeñarán, en esta nueva etapa, el servicio de Consejeras en la Provincia.

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Hoy celebramos la fiesta de la Ascensión del Señor, acontecimiento con el que Jesús, el Maestro, pone fin a su presencia física entre los primeros discípulos, pero esto no significa que los abandone, que los deje desamparados… y así se lo expresa con las palabras que recoge el libro de los Hechos de los Apóstoles y que escucharemos en la primera lectura de hoy: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos…”.

Palabras que nos llenan de confianza y fortaleza,  pero al mismo tiempo nos llaman a un mayor grado de compromiso por lo que  son un buen marco para iniciar este Eucaristía en las que vamos a acoger como Consejeras provinciales a:

S. Ana Mª,  S. Milagrosa, S. Carmen, S. Rafaela, y S. Trinidad.

Ellas descubriendo el paso del Señor en sus vidas, han respondido, con confianza, generosidad y disponibilidad, a la llamada que la Compañía les ha hecho, para desempeñar esta misión. Respuesta que han renovado las otras dos hermanas designadas de nuevo.

Elevamos también nuestra acción de gracias al Señor por habernos enriquecido durante estos años con la entrega alegre, generosa y fiel de S. Regina, S. Clotilde, S. Magdalena y S. Mª Teresa.

Concédenos Señor a todas una fe firme y una esperanza sólida. Que la celebración de la Eucaristía  ilumine nuestra existencia y  nos otorgue su fuerza transformadora.

PRESENTACIÓN DE LAS CONSEJERAS

2 JUNIO 2019

PALABRAS DE Sor Mª del Carmen Polo, VISITADORA PROVINCIAL

Mis queridas Hermanas:

La Virgen María cuando se sintió habitada por Dios y ante el proyecto que Él le proponía lo primero que hizo fue agradecerle su acción. Mi sentimiento principal, como el día de mi presentación como Visitadora, es de agradecimiento a Dios y a todas vosotras Hermanas. A Dios, siempre, porque estoy segura que Él es el que ha guiado a la Provincia a lo largo de estos meses de consulta. También porque irá consolidando este nuevo Consejo, el que Él ha pensado para el próximo periodo y que sólo Él sabe lo que le tiene preparado. Ya hemos experimentado en el desarrollo del primer Consejo de la Provincia España-Sur que las planificaciones humanas, a priori, son unas y los designios de Dios son otros. Lo que está totalmente claro es que son éstos últimos los que valen.

También os doy las gracias a vosotras Hermanas por la colaboración leal, por vuestra fidelidad y amor a la Compañía. Todas hemos sido buenos instrumentos en las manos de Dios.

Y, cómo no, gracias a las Hermanas Consejeras, las que concluyen, las que permanecen, las que comienzan. Con su ser y actuar han demostrado que aman su vocación y a la Provincia. Los relevos en los servicios hablan de dinamismo y vida, nos posibilitan  seguir corriendo hasta la meta manteniendo la máxima energía, permite que haya más personas enriqueciendo e interviniendo en esta importante carrera que realiza el gobierno provincial. Sé que todas estáis viviendo este momento con fe y serenidad, con amor a la Provincia y a los pobres y con confianza en Dios y en las personas. Os aseguro mi apoyo y oración.

El proyecto que tenemos por delante nos pertenece a todas las Hermanas de la Provincia, lo que destaca esta presentación es al grupo de Hermanas que le tocará coger el testigo de la responsabilidad más directa.

Queridas Hermanas Consejeras, el servicio al que os incorporáis no es fácil ni puede tener grandes pretensiones. Os tiene que colocar “al nivel de la gente humilde” y a “estimar a cada Hermana más que a vosotras mismas”. El Señor os llama a “servir constantemente y a que la esperanza os tenga alegre, a manteneros firmes en la tribulación y a que seáis asiduas a la oración” (Rm 12, ).

También os garantizo que gozaréis y sufriréis. Seguramente estas emociones vendrán provocadas por la situación de las Comunidades, de las Hermanas y de los pobres y por lo tanto estarán motivados por el amor que les tenemos.

No puedo terminar mis palabras sin nombrar a cada una de las Hermanas afectadas directamente en este día:

Sor Regina, Sor Clotilde, Sor Magdalena y Sor Mª Teresa. Cada una lleváis grabadas en vuestro corazón las experiencias que más os han marcado en este servicio que hoy termináis. Creo que no me equivoco si digo que habéis sentido que Dios ha “derrochado” su gracia sobre vosotras. Cuando iniciábamos este camino la mayoría de nosotras apenas nos conocíamos y hoy, podemos decir, que nos queremos. Por lo tanto, este periodo habla de un hermoso recorrido que permanecerá para siempre en nuestros corazones. En él han tenido un papel importante Sor Pilar y el Padre José María. Ellos hoy se unen a mí en esta acción gracias a vuestras personas. También lo hacen Sor Carmen Pérez, el Padre Juan, el Consejo actual y todas las Hermanas de la Provincia. Valoramos la fidelidad que habéis mostrado en la misión encomendad. Sé que seguiremos contando con vosotras y con vuestro apreciado servicio.

Sor Cristina y Sor Francisca. A vosotras os agradezco, especialmente, el que permanezcáis. Os tocará nacer de nuevo a muchas cosas y, aunque, sois “Consejeras avanzadas” habréis de iniciar, de alguna forma, el camino. Esto suele costar, sobre todo, cuando se puede acumular cierto cansancio porque se lleva tiempo en marcha. Por ello demostráis valentía, generosidad y entrega. Dios os lo premiará.

Sor Ana Mª, tú tienes un agradecimiento en solitario porque como Consejera comienzas pero como miembro del Consejo permaneces. Ya sabes que siempre he valorado cómo has llevado el silencio al que tu servicio te sometía. Sor Ana hoy la Provincia te da voz y yo me alegro porque, estoy segura, que ésta siempre beneficiará  a los pobres.

Sor Carmen y Sor Rafi, llegáis al Consejo con experiencia de gobierno. Sor Milagrosa y Sor Trini os adentráis en un servicio desconocido para vosotras desde dentro. Yo sé que por vuestra mente y corazón han pasado muchas cosas en estos días. “Desechad lo malo”, si es que lo ha habido, y “apegaos a lo bueno”. España-Sur tiene ya otra resonancia en vuestra vida. Os incorporáis como Consejeras a una Provincia que ya está hecha en gran medida y que ha logrado, en poco tiempo, un fuerte sentido de pertenencia. Con estas cualidades os recibe con mirada de fe y confía en vosotras. Me consta que la actitud que traéis es la de “entrega total” por eso lo resalto y os lo agradezco de antemano.

Creo que podemos empezar la nueva etapa con ilusión. La Compañía, encarnada en nuestra querida Provincia España-Sur,  lo espera y las Hermanas y los pobres, además, lo necesitan. Avancemos sin temor confiando, como lo hicieron nuestros Fundadores, en la Divina Providencia y deseemos, como un día lo hizo Santa Luisa, “poder seguir contribuyendo al bien comenzado”.

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