El día 27 de diciembre, sobre las 10.00h. de la mañana, en la Casa Provincial, comenzamos una de las tres Jornadas Formativa-Festivas que se celebran en toda la Provincia.
Se comenzó con una oración que nos hablaba sobre la alegría al haber recibido la Buena Noticia del nacimiento de Jesús. Seguidamente, el Padre Javier Álvarez, Vicario General de la Congragación de la Misión, nos habló de “La Misión compartida”.
Comenzó diciendo que su intención no era dar una conferencia para adquirir conocimientos, sino compartir una reflexión que ayudara a afianzar convicciones, que son luz y fuerza para intentar nuevos caminos. A continuación, nos invitó a llenarnos de la bendición y la gracia del Señor para poder realizar la misión confiada y la misión compartida. Nos ofreció un esquema que fue desarrollando e ilustrando con ejemplos, sobre todo de su propia experiencia:
Justificación del tema: “No pocos institutos religiosos han llegado a la convicción de que su carisma puede ser compartido con los laicos… Se puede decir que ha comenzado un nuevo capítulo, rico en esperanzas, en la historia de las relaciones entre las personas consagradas y el laicado” (VC 54)
Lo que hay debajo de la expresión ” Misión compartida”: Sólo el que se pregunta qué sentido tiene lo que está haciendo, podrá responderse que con su trabajo está desarrollando una misión en este mundo.
Fundamentos de la “Misión compartida”
– La revalorización de la vocación laical
– La actuación de San Vicente
– La secularidad
¿A dónde lleva la “Misión compartida”?
– A compartir vida espiritual
– A buscar en común
– A asumir responsabilidades
CONCLUSIÓN: La “Misión compartida” lleva a tener comunidades abiertas y acogedoras: “Ensancha el espacio de tu tienda” (Is 54, 2)
Con su estilo sereno y profundo nos ayudó a recibir con esperanza y entusiasmo los retos que nos presenta este tema, tan necesario como actual, sobre la “Misión compartida”. Concluyó con la oración de un laico, que según él, tienen muchas veces más profundidad de vida que los Consagrados y que sería bueno aprender de ellos y emprender la misión como hermanos: “Señor, el pasado en tu misericordia, el futuro en tu providencia y el presente en tu amor. Sólo tengo el hoy, y con él, tu amor”
Tras la intervención del Padre Javier, tuvimos un tiempo de descanso, para dar paso a los tres proyectos de servicio que nos presentaron Hermanas y seglares que sirven en ellos. El primero fue el de la Casa-Hogar “Sor Lorenza”, en las Palmas, que es un Hogar para personas excluidas. Lo presentaron Cristo (Trabajador Social) y Sor Dolores Cruz. Su andadura es de sólo un año y unos meses, pero ya da frutos de esperanza y acogida para muchos de nuestros Hermanos más desfavorecidos. Con un video nos mostraron cómo es un día en la Casa, y el testimonio precioso y sentido de algunos de los acogidos.
La segunda experiencia fue la “Peregrinación a las periferias”. Sor Trini González, Sor Belén y Mica compartieron, a través de fotografías y su propio testimonio, la experiencia vivida en julio pasado un grupo de Hermanas y seglares y un Padre Paúl cerca, de los más pobres. Iniciaron su andadura en Sevilla (Casa Provincial, El Pino) para continuar en Algeciras, Almería, y finalmente Melilla y Marruecos, donde vivieron las experiencias más fuertes de la situación que soportan tantos hermanos nuestros a causa de la pobreza, la inmigración, las mafias de la trata de personas, etc. Todas afirmaron que hay en sus vidas un antes y un después de esta profundísima experiencia.
Por último, Sor Mª del Carmen Polo presentó a Auxi, del Colegio Protectorado de la Infancia, quien desarrolló el proyecto “Luces en la ciudad” sobre cómo se vive el servicio en la Escuela Vicenciana. Nos mostró cómo ese servicio se vive hacia dentro y hacia fuera, a través de distintas iniciativas en las que participan Hermanas, profesores, alumnos y padres. A través de un video nos hizo partícipes de todas las acciones que se llevan a cabo, de algunos testimonios de niños, profesores y padres sobre lo que supone en sus vidas conocer de cerca la necesidad de otros, y del fundamento evangélico y vicenciano que sustenta el proyecto.
Después de la comida, como siempre exquisita y preparada con gran cariño, pasamos al momento festivo del día. Una Trabajadora Social por vocación y Licenciada en Arte Dramático por pasión, ha formado con mujeres en situación de marginación, cuyas vidas están “cargadas” de sufrimientos y traumas diversos, el grupo de teatro “Mujereando”. Nos representaron la obra “Invisibles”, que quiere ser una muestra de cómo se siente la mayoría de estas mujeres en la sociedad, y una denuncia y concienciación de su situación ante esa misma sociedad que, en general, las ignora y las hace “invisibles”. Fue un testimonio muy desgarrador y que nos causó a todas una profunda emoción. Las palabras finales de la obra fueron “El dolor es un secreto que los ojos no pueden guardar”. Tanto ellas como Sor Pilar y Sor Magdalena se dirigieron palabras entrañables de comprensión y afecto que nos ayudaron a comprender con mayor profundidad el sentido y la vivencia de la fraternidad.
Seguidamente un grupo del Centro Miguel de Mañara, compuesto por acogidos, empleados, Hermanas y voluntarios nos amenizaron con unos villancicos de tono andaluz y rumbero. Igualmente ellos nos dirigieron unas palabras sencillas, pero profundas y al final, recibieron de parte de Sor Pilar nuestro agradecimiento por su cercanía, colaboración y talante de alegría y hermandad. Se les invitó a compartir la Eucaristía y la chocolatada posteriores.
La Eucaristía fue preparada con gran esmero en sus cantos por parte de algunas Hermanas. Sor Mª Ángeles y Hermanas de su Comunidad, así como padres y alumnos del los Colegios del Rosario y del Protectorado contribuyeron con increíble sensibilidad y delicadeza a crear un ambiente de profundidad y belleza en distintos momentos de la Eucaristía. Al inicio con la procesión de la “Virgen María”, precedida por un ángel, portando en brazos al Niño Jesús hasta depositarlo en la cuna. Después ambos se sentaron en actitud contemplativa ante el Niño y un grupo de seises bailó ante ellos. Al final de la Eucaristía, en adoración a Jesús, volvieron a bailar. Además, el Padre Javier, nos fue marcando a lo largo de la celebración distintos momentos de especial interiorización e intimidad con el Señor. Sus palabras en la homilía nos invitaron a la alegría y a la gratitud al Señor por el don de su venida a nosotros.
Finalmente compartimos unos chocolates con churros y cada una partimos de nuevo rumbo a nuestros destinos con el convencimiento de que más importante que “llegar” es “llegar juntos”, que más importante que “servir” es “servir juntos, unidos” en “MISIÓN COMPARTIDA”. ¡¡GRACIAS A TODOS LOS QUE HAN HECHO POSIBLE ESTE DÍA TAN ESPECIAL!!
Sor Milagrosa de Haro