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Festividad de Santa Luisa de Marillac

LUISA DE MARILLAC, una mujer de ayer, hoy y mañana

Hablar de Luisa de Marillac es conocer a la fundadora de las Hijas de la Caridad, que junto a Vicente de Paúl nos han dejado una maravillosa herencia a la familia vicenciana. Una mujer importante en su época, pero no menos interesante como modelo para el mundo actual, sobre todo por su hacer y su experiencia. Para celebrar su día, durante bastante tiempo esperábamos el 15 de marzo, fecha que conmemorábamos su fallecimiento en 1660. Pero desde 2016, esta fecha fue modificada, y nos preguntamos, ¿Por qué?, la razón estaba en no hacer coincidir su celebración con el tiempo de Cuaresma. Esto hizo revisar los posibles momentos de su biografía, siendo el más aconsejable el del 9 de mayo de 1920, fecha de su beatificación.

Los tiempos son muy significativos, pero una de las grandes riquezas que nos ha dejado han sido sus escritos, concretamente sus cartas. Para explicar esto nos quedamos con las palabras de Bouza, que decían: “los renglones de una carta nos permiten oír la respiración de los ausentes”. Mensaje que nos ponen de manifiesto la importancia de su herencia. Cuando las leemos podemos escuchar su forma de pensar, actuar, su manera de relacionarse con los demás y de gestionar, en resumen, su forma de ser y de vivir.

Aunque su biografía nos dibuja un modelo de mujer. Tenemos que ser conscientes que fue un eslabón clave de una cadena que llega hasta nuestros días. Trabajadora, luchadora, servicial, responsable, gestora, así como muchos más calificativos pertenecientes a una lista interminable, que podríamos resumirlos en la siguiente idea, “una mujer excepcional”. Pero, ¿qué nos aporta este modelo de mujer a nosotros?

Desde el servicio, la idea de estar siempre atendiendo a los demás, a la familia, a los enfermos, a las amistades y compañeras que tenía, a los alumnos, a los más necesitados. Desde la formación, la manera de gestionar, planificar y estar al frente de una gran misión con una responsabilidad inagotable y a un continuo reciclaje. Desde la calidad humana, el saber medir los tiempos y los espacios para actuar de la mejor manera posible. Y desde la fe, su ejemplo y tesón como creyente. Este potencial humano le hizo fundar las Hijas de la Caridad, el 29 de noviembre de 1633.

Pero no debemos olvidarnos que su actualización siempre nos sorprende. Vivió la Francia del siglo XVII, donde estuvo presente otra de las grandes pandemias que afecto a Europa, la Peste. Un espacio geográfico donde las carencias afloraban por todos los rincones, y la dedicación a los más necesitados era el núcleo de la vida. La esperanza no faltaba, y la dedicación de San Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillac a los más necesitados, se hacía presente. La atención en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, y las calles, se convertía en un rayo de luz para el momento que les tocó vivir. Y que su labor constante sirvió para salir adelante. Por ello es importante celebrar esta fecha, para recordar que existieron personas que nos sirven como ejemplo de vida en nuestro día a día. “Feliz día de Santa Luisa de Marillac a todos”.

Artículo escrito por María del Mar de Torres Alé,
Profesora del colegio Huerta de la Cruz de Algeciras (Cádiz)

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