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Día de la Mujer Trabajadora en Nador

Reconocimiento a las Hijas de la Caridad

El día de la mujer trabajadora, supone en todos los países un reconocimiento a algunas mujeres que se han destacado por alguna causa importante.

Mi sorpresa fue grande cuando recibí la invitación del personal de maternidad del Hospital Hassani, en Nador, para que fuera a la celebración con motivo del día de la mujer trabajadora, acompañada de una mujer subsahariana. Esto último me movió a aprovechar la ocasión para hacer una sensibilización sobre la migración en Nador y la situación de estos hermanos nuestros; solo por eso acepté el estar presente.

El día del evento, acompañada de Paola, una mujer de Costa de Marfil esposa de un compañero y embarazada de siete meses, nos presentamos las dos ante una sala repleta de público y autoridades.

Mi comunidad también estaba presente, pues el premio no me era dado a mí sino a las Hijas de la Caridad y sobre todo a las mujeres subsaharianas, que se hacían visibles en la persona de Paola.

Es una acción de Dios en el corazón de los hombres, el que nos sintamos unidos por vínculos muy fuertes, que sepamos reconocer, no importando lo que nos separa, sino el “buen hacer”; me sentía, de verdad, profundamente conmovida. Allí estábamos unidos por lazos mucho más fuertes que los de la raza, nacionalidad o religión… éramos sencillamente hermanos.

Los inmensos valores que el pueblo marroquí posee, se hicieron palpables en la calurosa ovación que siguió a nuestra llegada al escenario. Allí, de pie ante autoridades y gente de todas las edades hablé sobre la necesidad de seguir trabajando en los caminos de integración y acogida a los migrantes, que llegan a la tierra de Marruecos, dándoles las gracias por los innumerables ejemplos de solidaridad y de respeto que he vivido por parte del pueblo marroquí, desde que comencé a trabajar en la Delegación de Migración.

“No sois ni de aquí ni de allá”, palabras de San Vicente, que en ese momento en el que me sentía ciudadana del mundo vinieron a mi recuerdo.

En el abrazo con la presentadora vestida con la ropa típica bereber y yo, hacíamos realidad la fuerza del Espirita que unía sobre un escenario culturas, lenguas y religiones haciendo un solo pueblo.

Me emocionó la ovación dedicada a Paola, que fue larga y llena de entusiasmo, así como el saludo especial que nos dirigió la autoridad presente en el acto.

Creo que Dios se vale de estos acontecimientos para mostrar su Gloria y su querer; nosotros somos solo “lapicillos chicos” en sus manos, es Él quien escribe.

Desde aquí quisiera seguir llamando la tención de quien lee, sobre toda esta problemática, que envuelve a la sociedad de hoy, quisiera que sigamos buscando caminos para responder a esta tragedia humana de la migración.

Dios nos lo pide, la Iglesia nos impulsa a seguir este camino de la cultura del “encuentro” y la Compañía una vez más, desde que fue creada, nos hace llamamientos para responder de forma realista a este inmenso problema y tragedia de la migración.

Ojalá que el hijo de Paola, nazca en un mundo más justo, donde nadie tenga que sufrir y morir por alcanzar una vida digna.

Que Dios nos de fuerzas para seguir desde esta frontera de Nador trabajando con ilusión, cariño y respeto a estos hermanos que han cambiado mi vida.

Con cariño.

Sor Mª Francisca Tous

Miembro de la Cdad. Obra Social en Nador

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