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Sor Concepción Hernández

Murió en Málaga en la mañana del lunes 20 de noviembre.

Tras una larga enfermedad, en la mañana del lunes 20 de noviembre murió en el Señor Sor Concepción Hernández, Hija de la Caridad, después de una vida entera al servicio de los pobres y de la Iglesia.

Su andadura como Hija de la Caridad en Malaga comienza en el Colegio Vicenciano San Manuel, donde por las mañanas imparte clases de bachiller ,y por las tardes, en las playas de San Andrés, se dedica a la alfabetización de adultos, principalmente de etnia gitana.

En 1973, acude con su comunidad a la barriada Palma – Palmilla para atender otras necesidades y se instalan en unos barracones provisionales situados en la zona de La Rosaleda. Allí abren unos años más tarde (1980) la Guardería-Comedor social Santa Teresa donde, aun hoy, continúan atendiendo a centenares de familias.

Pocos años después la nombran directora del proyecto denominado “Escuela Puente” que se encargaba de ofrecer una educación a los niños más vulnerables y con un alto índice de absentismo escolar para insertarlos en la enseñanza reglada. En esta línea trabaja también, una vez jubilada, en la barriada La Corta realizando un seguimiento a los niños que faltaban a la escuela.

Junto a Pastoral Penitenciaria pone en marcha el centro Casa de acogida Ntra. Sra. de la Merced para la reinserción social de reclusos y exreclusos, y desempeña al mismo tiempo, una incansable labor como voluntaria en la prisión.

En el año 2000 asume la dirección del recién inaugurado Hogar Pozo Dulce, de Cáritas Diocesana y se entrega por completo a la atención de las personas sin hogar. Los mismos acogidos se referían a ella como el alma de la casa, porque en todo lo que hacía, ponía el alma y mucho corazón. Salía al encuentro de las personas que dormían en la calle y con infinita paciencia respetaba su ritmo hasta que se decidían a entrar en el Hogar. Hace más de un año que decidió dejar la dirección por su delicado estado de salud, pero continuaba yendo cada vez que podía porque nunca dejó de ser su casa. Hoy, que Sor Concepción marcha a la casa del Padre, resuenan en nuestra mente las palabras del papa Francisco en la I Jornada Mundial de los Pobres, celebrada ayer: “Benditas las manos que se abren para acoger a los pobres y ayudarlos: son manos que traen esperanza. Benditas las manos que vencen las barreras de la cultura, la religión y la nacionalidad derramando el aceite del consuelo en las llagas de la humanidad. Benditas las manos que se abren sin pedir nada a cambio, sin «peros» ni «condiciones»: son manos que hacen descender sobre los hermanos la bendición de Dios”.

Damos gracias a Dios

Mujer fuerte y de profunda vida cristiana, vivió su vida como un auténtico regalo de Dios, donde los pobres tuvieron siempre un lugar privilegiado. En estos últimos días ha recibido la visita de numerosos familiares y amigos que han querido acompañarla y estar presentes en esos momentos de sufrimiento. Damos las gracias a Dios por su vida y por todo el bien que ha hecho.

La misa corpore insepulto tuvo lugar el martes, 21 de noviembre, a las 11,30 h. en la parroquia Jesús Obrero. La capilla ardiente estuvo instalada en la guardería Santa Teresa, en la barriada Palma-Palmilla.

D.E.P.

 

 

                                                                                             MÁLAGA

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