{"id":26047,"date":"2020-04-24T09:49:37","date_gmt":"2020-04-24T09:49:37","guid":{"rendered":"http:\/\/hhccespanasur.org\/?p=26047"},"modified":"2020-04-24T10:25:15","modified_gmt":"2020-04-24T10:25:15","slug":"el-milagro-de-comer","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/hhccespanasur.org\/el-milagro-de-comer\/","title":{"rendered":"El milagro de comer"},"content":{"rendered":"

A continuaci\u00f3n, queremos compartir este art\u00edculo del diario tinerfe\u00f1o El D\u00eda<\/a> en el que recoge la labor de nuestro Comedor Social La Milagrosa. <\/p>\n

El art\u00edculo pod\u00e9is verlo en la web de este diario en el siguiente enlace: El Milagro de comer<\/a>. Nosotros lo reproducimos de forma \u00edntegra en nuestra web agradeciendo que los medios de comunicaci\u00f3n se sigan haciendo eco de nuestra labor.<\/p>\n

El Milagro de comer<\/strong><\/p>\n

El Comedor social La Milagrosa, en La Noria, es la ‘tabla de salvaci\u00f3n’ para un centenar de personas, porque para el hambre o la necesidad no existe el confinamiento.<\/p>\n

“Esta crisis creo que va a ser peor que la anterior”. Es la percepci\u00f3n de Sor Mar\u00eda del Carmen Hern\u00e1ndez, Hija de la Caridad orotavense, que hace nueve a\u00f1os est\u00e1 al frente del Comedor social de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Pa\u00fal, que regentan el Comedor de La Noria. Con una imperturbable sonrisa y como si el tiempo no pasara, accede a contar el d\u00eda a d\u00eda. A diario atienden a cien personas. Muchos son ocupas, que tienen techo pero no comida; otros deambulaban por las calles y ahora est\u00e1n en alguno de los cuatros nuevos albergues. Ahora vienen otros usuarios que cobraban en b o asistentas de hogar que se han quedado sin recursos.
\nLos bancos de la calle de La Noria se van poblando desde antes del mediod\u00eda a la espera de que abra el Comedor. En la sede del Organismo Aut\u00f3nomo de Fiestas, un cartel sobre la puerta cerrada que recomienda tr\u00e1mites por v\u00eda telem\u00e1tica. A su izquierda, el comedor social de las Hijas de la Caridad de San Vicente Pa\u00fal. A la entrada, a la derecha, el despacho de la trabajadora social que se encarga de verificar la situaci\u00f3n de los usuarios y estar en contacto con los servicios municipales de atenci\u00f3n social. Si alguna persona viene a solicitar ayuda, se le atiende el primer d\u00eda y se le explican y ayuda a realizar los pasos para que, tras acreditar que no tiene recursos econ\u00f3micos, pueda continuar benefici\u00e1ndose del servicio, explica Sor Mar\u00eda del Carmen Hern\u00e1ndez.. Adem\u00e1s, cuentan con otras cinco personas para cocina, limpieza, lavander\u00eda, papeleo administrativo, vigilancia o la ayuda en general de la casa…
\nAcudimos poco antes del mediod\u00eda y Sor Mar\u00eda del Carmen ultima los preparativos en la cocina junto a Sor Elena o Sor Benedicta… que preparan como para ellas mismas el almuerzo.
\nHasta que se decret\u00f3 la alarma, un centenar de personas acud\u00edan a diario para almorzar. Pero lleg\u00f3 el confinamiento y se impusieron las medidas de seguridad, de la que son ajenas el hambre y la necesidad. Desde ese 13 de marzo se contin\u00faa con el ropero o la ducha, todos los lunes, mi\u00e9rcoles y viernes, y en vez de reunir a los usuarios en dos turnos en el comedor se prepararan unas bolsas de alimentos para cumplir con las medidas decretadas por el Gobierno.
\nLas Hermanas intentan que siempre haya un primer plato caliente. Ayer, por ejemplo, toc\u00f3 potaje de berros, con mucha carne como aporte de prote\u00ednas, m\u00e1s un bocadillo que respeta incluso el credo de los demandantes. Para los mulsulmanes se prepara con filete de pavo; para aquellas personas que no tienen esa limitaci\u00f3n en la alimentaci\u00f3n, ayer toc\u00f3 de lomo adobado. La bolsa se completa con zumos, otro pan, algunas piezas de fruta y, “cuando se puede, porque hay, alguna golosina de esas dulcitas como una magdalena”, comenta con cari\u00f1o.
\nCuando hay potaje, al d\u00eda siguiente toca pollo asado o tacos de vacuno, con salsa… Se intenta que no solo cubra el almuerzo, sino para el resto del d\u00eda. Entre los beneficiarios no hay familias con hijos; cuando se conoce esa demanda, desde la comunidad se le sirve una compra.
\nSor Mar\u00eda del Carmen advierte un cambio en el perfil del demandante. Antes eran personas que estaban de ocupas o deambulaban por la ciudad. Muchos est\u00e1n ahora recogidos en algunos de los cuatro albergues que se distribuyen por la Isla con motivo de la pandemia, e incluso los usuarios de Caf\u00e9 y Calor ya no salen, sino pasan la cuarentena en las instalaciones del servicio que presta C\u00e1ritas. Sin embargo, la demanda de ayuda no ha menguado, por lo que toda ayuda es poca, y si son donaciones de frutas o boller\u00eda, mejor. Ahora piden auxilio personas que cobraban en b o asistentas de hogar que se quedaron sin trabajo y sin recursos, como le ocurri\u00f3 a una antigua usuaria que llam\u00f3 el otro d\u00eda al comedor para regalarle un centenar de mascarillas que hizo. No son las homologadas pero…
\nYa es la una menos cuarto. “\u00bfPuedo poner la m\u00fasica?”, le pregunta la trabajadora social a Sor Mar\u00eda del Carmen, que le da su aprobaci\u00f3n. Poco a poco van entrando, todos a lavarse las manos -norma de la casa y m\u00e1s en este tiempo- y se van con una sonrisa que algunos dibujan bajo la mascarilla y mientras se escucha la canci\u00f3n: “Resistir\u00e9”.
\nEn el aire, una pregunta: \u00bfQu\u00e9 pasar\u00e1 cuando se levante la cuarentena y no est\u00e9n los alberges?<\/p>\n

Las fotos son propiedad de: El D\u00eda \/ Delia Padr\u00f3n.<\/p>\n