EL EQUIPO EN SALIDA<\/strong><\/p>\n
En la Casa Provincial de Sevilla nuestra trayectoria hacia las periferias llega a su fin. Han sido d\u00edas largos e intensos, cargados de emociones, llantos y sufrimiento, aunque tambi\u00e9n de alegr\u00eda y esperanza. Desde que salimos de nuestros hogares hasta que regresamos a ellos parece haber pasado una eternidad y ahora somos incapaces de volver a nuestra realidad sin m\u00e1s. Hemos visto tanto, hemos escuchado tantos testimonios impactantes y acompa\u00f1ado a tantas personas en situaciones de dolor, que nos sentimos cambiados interiormente.<\/p>\n
Inmigrantes acogidos en Espa\u00f1a que han conseguido seguir con sus estudios y encontrar un trabajo digno, j\u00f3venes que explican c\u00f3mo lograron pasar la frontera que les separaba de Espa\u00f1a y esquivaron la muerte en su camino, sonrisas de ni\u00f1os y ancianos alegres de ver a gente joven dispuesta a entregarles todo su cari\u00f1o, madres v\u00edctimas de trata que rehacen su vidas, enfermos con VIH cuidados por las Hermanas, asentamientos de inmigrantes e invernaderos en condiciones extremas, ni\u00f1os viviendo en la calle sin ninguna clase de protecci\u00f3n, personas aparentemente invisibles a los ojos del resto de la poblaci\u00f3n\u2026<\/p>\n
Como se imaginan, uno no puede volver a ser el que era despu\u00e9s de haber presenciado situaciones de injusticia acentuadas por la indiferencia de un mundo ego\u00edsta al que le sobra la admiraci\u00f3n a s\u00ed mismo y le falta darse un poquito bastante a los dem\u00e1s. Sal\u00edamos para ser sal y luz de la tierra, para llevar nuestro entusiasmo y nuestra alegr\u00eda a los m\u00e1s pobres, a los favoritos del Padre. Y as\u00ed lo hicimos, nos entregamos, con las manos abiertas y el coraz\u00f3n atento, a las necesidades de nuestros hermanos para servirles del mismo modo en el que Cristo lo hizo.<\/p>\n
Nuestro regreso a Espa\u00f1a ha sido f\u00e1cil, no hemos tenido que sufrir ni arriesgar nuestra vida para ello. Y ahora que estamos aqu\u00ed nos sentimos perdidos, nuestro esp\u00edritu se agita al pensar en todas y cada una de las personitas a las que hemos conocido, aquellas con quienes compartimos, quienes nos acogieron y las que nos recibieron en sus casas. No sabemos cu\u00e1l ser\u00e1 el siguiente paso, pero estamos convencidos de que tenemos que ponernos manos a la obra y contagiar a otros con nuestro ejemplo e ilusi\u00f3n.<\/p>\n
El grano de mostaza ya ha sido sembrado, ahora es cuesti\u00f3n de regarlo para que comience a dar fruto.<\/strong><\/p>\n EL EQUIPO EN SALIDA<\/strong><\/p>\n
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