Hijas de la Caridad España-Sur > Noticias > Acción Social > “Sin casa pero con podcast”

“Sin casa pero con podcast”



Radio Azotea
es el podcast que llevan grabando las personas usuarias de la Casa Hogar Sor Lorenza desde febrero, cada semana, y que ahora ve la luz pública en la plataforma IVOOX.  La temporada completa está disponible para su escucha en internet recogiendo las historias de vida, las reflexiones y sobre todo las voces de una parte de la ciudadanía que no suele participar por sí misma en la conversación pública: las personas en situación de sinhogarismo.

La Casa Hogar Sor Lorenza es un recurso alojativo que se encuentra en el barrio del  Lomo Apolinario en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Este recurso acoge a personas derivadas por centros sanitarios en periodos de convalecencias médicas y que por muy distintas circunstancias se encuentran en situación de sinhogarismo.

Con la elaboración y publicación del podcast se pretende romper con el estigma social que persigue al sinhogarismo y que lo relaciona, desde la ignorancia, con delincuencia, abuso de drogas o trastornos mentales. Lo cierto es que las personas que residen en la Casa Hogar han recalado ahí por muy distintas razones, pero ninguna por conductas antisociales. La pérdida de un trabajo sumada a una complicación en la salud es la causa más común, y en el podcast se da buena cuenta de la diversidad de perfiles, niveles formativos, orígenes, planes de vida y circunstancias que componen este colectivo humano.

La radio como forma de tomar la palabra en sociedad

El proyecto consiste en la formación de equipos de trabajo dentro del grupo de personas usuarias de la Casa Hogar para que elaboren contenidos radiofónicos sobre temas de su interés, que después colgarán en la red en forma de podcasts. Implícitamente se hace hincapié en el trabajo en equipo, en mejorar su autoestima, el aprendizaje en autoexpresión y la participación ciudadana.

A los mandos técnicos está el experto en comunicación social Luis R. Lorite, que lleva una década implementando este tipo de talleres con todo tipo de colectivos (escolares, trabajadoras de la administración pública, movimiento asociativo, agentes culturales…) reconociendo siempre un patrón: “A todo el mundo le gusta que le den su sitio en la mesa. Tengas la edad que tengas y la posición que sea dentro de la sociedad, la conversación social te incumbe y antes o después sientes la necesidad de que no hablen por ti, de elaborar tu propio relato sobre tu propia situación.” 

En grupos con formación académica muy dispar y en proceso de adecuación a unos hábitos sociales la elaboración de contenidos digitales puede parecer imposible pero, contando con una persona profesional que lo facilite, pasa a ser el mismo trabajo que con grupos muy formados “solo que sin palabras esdrújulas”, explica Lorite, es decir, que las personas residentes de la Casa Hogar han realizado trabajos de producción, guionización, locución, análisis lingüístico, periodismo ciudadano y trabajo en medios comunitarios, pero para el grupo todas esas categorías teóricas se resumen en una actividad vivencial de expresión a través de la radio.

Una azotea para respirar.

El edificio de la Casa Hogar cuenta con una azotea con vistas al barranco Guiniguada donde las personas usuarias, aunque salen y entran porque no es un internado, encuentran un espacio para despejar la cabeza, y de ahí se toma el nombre del podcast.

En las cuñas que introducen cada programa ya dan cuenta de lo que no son estas personas “no somos galácticos” ,“no pienses que somos diferentes a ti”  recalcan antes de analizar y comentar temas mundanos como la belleza, la pereza, los placeres culpables, la calle, la furia…temas sobre los que van dejando sus opiniones y reflexiones, entre las cuales se cuelan retales de sus historias de vida, y que a lo largo de la temporada nos permiten trazar esbozos de retratos humanos y sociales.

Hay un grupo base que ha permanecido durante los cuatro meses de grabación, pero también aparecen voces de personas que han salido del Centro ya, o cuyo paso ha sido breve. Los hay de orígenes distintos, con representación de muchos barrios de la ciudad, y también personas migrantes con un dominio aún precario de nuestra lengua, o que directamente no la hablan, pero participan expresándose en la suya propia. En conjunto forman un espejo sonoro, con muchas aristas, en el que la ciudad de Las Palmas se puede mirar sin prejuicios.

 

Comentario
Accesibilidad