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Sor María del Carmen Polo

Presentación de la nueva Visitadora de la Provincia España-Sur

El día 17 de marzo la Provincia España-Sur está de fiesta, es la presentación de S. Mª del Carmen Polo como nueva Visitadora.

Las Hermanas están convocadas a las 12’30 aunque desde la víspera van llegando las que proceden de los lugares más alejados de la Provincia.

El día nos acompaña, pues a pesar de que se inicia con alguna nube pronto hace su aparición el brillante sol característico de Andalucía.

Antes de iniciar el acto oficial y solemne de la presentación se proyecta un breve, pero emotivo video realizado con mucho cariño, que expresa la gratitud a S. Pilar por su entrega sin medida a la Provincia y a cada Hermana durante estos años. Y pone de manifiesto que la huella que deja en cada una de las Hermanas permanecerá siempre aunque finalice su servicio.

A continuación se procede a invocar al Espíritu Santo con un precioso canto, seguidamente Sor Carmen Pérez, Consejera General, da lectura a la patente por la que queda designada Visitadora de la provincia España-Sur S. Mª del Carmen Polo. Prosigue con unas palabras de gratitud a S. Pilar, por el servicio prestado durante estos años, y a Sor Mª del Carmen por su disponibilidad alentándola en la nueva misión que comienza.

Sor Pilar y Sor Mª del Carmen también se dirigen a todas las Hermanas con sendas intervenciones que nos hacen experimentar gran ardor en nuestro interior e intensifican nuestro sentido de pertenencia.

Sabemos que en esta parcela de la Compañía que es España-Sur, iniciamos otra etapa, de nuestro recorrido, con la presentación de S. Mª del Carmen como Visitadora, con generosidad y profunda confianza en Dios ha aceptado este servicio, lo que es motivo de acción de gracias a Dios que sigue bendiciéndonos y haciéndose presente en el camino que vamos haciendo como Provincia.

A continuación “copiamos” las entrañables palabras que Sor Pilar y Sor Mª del Carmen nos dirigieron.

Palabras de S. Mª Pilar

En estos momentos tan entrañables solo brota de mi corazón la palabra GRACIAS pronunciando, una vez más, lo que ya os dije en mi carta de despedida.

El Papa Francisco nos dice que: ”la gratitud es un rasgo característico del  corazón visitado por el Espíritu” Aquí se siente  al Espíritu…

Sí, doy gracias al Señor porque he sentido su gracia y cercanía siempre y en todo desde que me encomendó “el lote hermoso” de la Provincia España-Sur haciéndoseme presente y pudiendo sentir su gran amor y misericordia de múltiples maneras.

Doy las gracias a los Superiores generales. Sor Evelyne, Sor Kathleen, el P. Gregory Gay y Tomás Mavrič, Sor Rosa Mª, Sor Carmen, los Directores generales en los que siempre poniéndome de relieve la belleza del Carisma y la grandeza de la Compañía, los  he sentido cercanos y estimulando mi caminar con su comprensión apoyo y confianza.

Gracias a mi Consejo por su fidelidad e incondicional ayuda compartiendo la Misión  han sabido compensar en muchas ocasiones mi pobreza falta de lucidez, de discernimiento y valentía.

Agradezco a todas y a cada una de vosotras el que desde los comienzos me ofrecierais vuestra actitud de fe y acogida abriéndome las puertas de vuestras comunidades y sobre todo las del corazón, siempre me habéis facilitado el responder a lo que me pedían nuestras Constituciones: ”la autoridad debe estar cercana a las Hnas., para comprenderlas, conocer su vida, poder escuchar con ellas las necesidades de los Pobres…”(C.63 b)

Doy las gracias a todos los Pobres a los que he podido servir a través de vosotras así como al personal que ha compartido con nosotras la Misión.

Y por supuesto, gracias, muchas gracias a Sor Mª del Carmen que asume la responsabilidad de Visitadora con gran espíritu de fe,  en total apertura al Espíritu y con gran amor a la Compañía y a los Pobres.

Al aseguraros mi cariño, recuerdo agradecido y oración sincera me atrevo a aconsejaros de nuevo lo que también pido para mí: que cuidéis la comunión fraterna como actitud insustituible para responder a la urgencia de los Pobre, recordemos el documento de la Asamblea: “En la medida en que cultivemos una espiritualidad de comunión…nuestras relaciones serán un apoyo mutuo y una fuerza evangelizad (D.I.A.pg.10).

Trayendo a la mente y al corazón al Papa Francisco.” La alegría del Evangelio llena el corazón de los que se encuentran con Jesús” también os insisto en la alegría, que sepamos estrenar la alegría de sentirnos H. d. l C. y sea legible a través de nuestras palabras y gestos transmitiéndola a todas las personas que se acercan a nosotras.

Ya en el horizonte oteamos el “tiempo de gracia” que se nos avecina con motivo de las Asambleas, grandes espacios de oración y discernimiento para buscar juntas, en apertura al Espíritu, la Voluntad del Señor sobre la Compañía , Sor Kathleen, nuestra Superiora general nos  decía en su carta del 2 de febrero “…todo esto hay que tenerlo en cuenta en el apasionante año que se abre entre nosotras..En la Compañía, el Consejo general prosigue la preparación de las próximas asambleas, comenzando por las asambleas domésticas, de este año, les ruego que recen para que podamos seguir fielmente la moción del Espíritu Santo…¡que riqueza!. para todas nosotras.

Al dirigiros mis últimas palabras nada me parece mejor que asumir y actualizar las de Santa Luisa: 

“Mis queridas Hermanas, sigo pidiendo para ustedes a Dios su bendición y le ruego les conceda la gracia de perseverar en su vocación para que puedan servirle en la forma que Él pide de ustedes

Tengan gran cuidado del servicio de los Pobres y sobre todo de vivir juntas en una gran unión y cordialidad amándose las unas a las otras, para imitar la unión y la vida de Nuestro Señor Jesucristo”.

Pidan mucho a la Stma. Virgen que sea ella su única Madre.

Hasta siempre.

Palabras de S. Mª del Carmen

Desde que se hizo pública la noticia de mi designación como Visitadora de la Provincia España-Sur he recibido múltiples mensajes y consejos. Todos ellos de gran profundidad y belleza y por los que le he dado muchas gracias a Dios. Hoy quisiera resaltar el que me dedicó una Hermana que tiene 101 años. Creo que entendéis perfectamente la razón de esta elección. Ella, dentro de un precioso discurso coherente y profundo me dijo: Sor Mª Carmen sé perfectamente lo que cuesta dejar una comunidad, a las personas y a un servicio que se ama. En ese momento se generó un profundo silencio entre las presentes, sabíamos que no podíamos relativizar nada de su mensaje.

Iniciamos una nueva etapa en la Provincia y todas, de alguna manera, nos hemos de desprender de algo: comunidad, servicios, personas, costumbres… y si nos cuesta dejarlo es porque lo hemos amado de verdad. Al estar el amor en la raíz de nuestros  sentimientos los considero legítimos e incluso necesarios. 

Mis queridas sor Carmen y sor Pilar, creo que puedo decir en nombre de todas las Hermanas que el desprendimiento fundamental que vivimos hoy  es el dejar de tener como Visitadora a sor Pilar. Todas tenemos vivencias profundas con ella. Recordamos algún consejo que nos sostuvo, algún gesto inolvidable, su impulso ante los nuevos desafíos en nuestras vidas, la vemos acompañándonos en momentos de dolor y de alegría. Sería imposible describir todo lo vivido y disfrutado con ella. Qué decir pues en este momento: sencillamente GRACIAS.

  • Gracias, sor Pilar, por ser una persona de fe y de gran confianza en la Providencia porque es lo que te ha permitido no desfallecer en el largo y, a veces, dificultoso camino.
  • Gracias por haber tomado las  decisiones con sabiduría y amor, elementos necesarios para mantenerte la paz aún cuando el resultado final no era el esperado.
  • Gracias por haber tenido como interés principal a la persona. Has sabido conjugar perfectamente el acompañar al conjunto de las Hermanas y a cada una en particular.
  • Gracias por haber impulsado proyectos ilusionantes, por mirar al futuro con esperanza, por “haber atado tu arado a una estrella” como lo hicieron San Vicente y Santa Luisa.
  • Gracias por haberte sabido relacionar con personas de toda condición social y cultura, de diversas  capacidades y estilos. Creo que te ha ayudado mucho tu carácter alegre y, como buena gaditana, tu sentido del humor.
  • Y gracias por haberme facilitado el camino de transición y haber cuidado hasta el último detalle.

Nos dejas un precioso legado, el que tomo como testigo y con la confianza plena de que seguiremos construyendo unidas nuestra querida Provincia España-Sur.

También le quiero dar las gracias a:

  • Sor Katthen y a sor Carmen Pérez por haberme acompañado en este delicado momento de mi vida. Me han transmitido mucha serenidad, cercanía y confianza. En ellas también tengo puesta mi confianza. Sé que me ayudarán en todo y que cuento con su apoyo y oración.
  • Gracias al Padre José Mª López Maside por haberme ayudado en estos años a crecer humana y espiritualmente y por haberlo hecho con ternura.
  • Gracias también al Padre Juan porque en el breve tiempo que lleva como director de nuestra Provincia ya ha demostrado su cariño hacia todas las Hermanas y su deseo de ofrecer lo mejor de él en este servicio.
  • Y, cómo no, gracias a todas vosotras Hermanas por acogerme con fe, por haber confiado en mí.

Cuando recibí la carta de sor Kathlen en la que me designaba  Visitadora de esta Provincia sentí miedo como Jeremías, quise buscar objeciones como Moisés, incluso tuve la tentación de huir como Jonás pero sabía que éste no era el camino. Mi modelo en la respuesta tenía que ser María y su “Hágase”. Y con Ella  de fondo le contesté a nuestra Superiora General. Está claro que  ese “Hágase”, como en María, sólo era el comienzo. Ahora llega la hora de la verdad.

Nuestra Hermana centenaria continuó con su mensaje y me dijo: “No te preocupes porque nosotras te vamos a dar nuestro cariño y oración”. Hermanas no sé por dónde nos llevará en Señor en esta etapa que comenzamos pero lo que sí tengo claro es que quiere que lo hagamos unidas y en fidelidad a nuestra vocación. Sí, cuento con vuestro cariño y oración. Un cariño que, cada día, tendremos que convertir en algo distinto: paciencia, comprensión, diálogo, disponibilidad, esfuerzo.. Y la oración que es la mejor forma que tenemos para “ser capaces de todo”. También nos tenemos las unas a las otras. Mirad  a vuestro alrededor y pensad en las Hermanas que se han quedado en las Comunidades, esas son las personas con las que vamos a avanzar hacia el porvenir. Estemos atentas a sus sueños y sus necesidades y así podremos abrir las compuertas al caudal de la gracia que hará posible que respondamos a nuestra misión y visión.

Miremos también a todas las personas a las que servimos. Ellos son los que nos provocan, cada día, nuevos desafíos. Afrontémoslos desde el carácter teológico que éstos tienen, como las señales de Dios que nos piden fidelidad. No temamos a la disminución de Hermanas ni al envejecimiento porque Dios es nuestra fortaleza y confiamos en su poder, no en el nuestro.

Y ahora nos toca continuar la marcha que, tan maravillosamente, nos han trazado tantas Hermanas a lo largo de los últimos 400 años. Esto en sí mismo es un signo de esperanza. No podemos esperar que todo a nuestro alrededor sea favorable pero lo que sí podemos es convertirlo  en fuente de maduración y santificación. Formemos un solo cuerpo y cuidemos, especialmente, a los miembros más débiles como nos recomienda San Pablo.

Y termino haciéndoos mi primera petición: Oremos, cada día, las unas por las otras. Con ello fortaleceremos a la Compañía y, cómo no, a nuestra querida  Provincia y, podemos tener la certeza de que se beneficiará a los pobres. Muchas gracias Hermanas.

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