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Hermanas hasta 20 años de vocación

EJERCICIOS ESPIRITUALES EN EL CAMINO

EJERCICIOS ESPIRITUALES EN EL CAMINO

Hermanas hasta 20 años de vocación

Del 1 al 10 de Julio

Días de encuentro con Dios; de fortalecer la fe; de caminar unidas; de agradecer la vocación y cada paso dado. Días intensos que quedan marcados en cada una de las que participamos en los Ejercicios Espirituales en el Camino de Santiago. 27 hermanas de toda España, la mayor parte en formación inicial, nos juntamos en León el 1 de julio. La Casa Provincial, de España-Norte abrió sus puertas transmitiéndonos su cariño y acogida con una comida muy especial. Allí encontramos nuestra primera señal del camino. Después viajamos juntas hasta O cebreiro donde celebramos la Eucaristía del Peregrino y recibimos una piedra, símbolo de lo que somos cada una, con la flecha amarilla. Flecha que, dijo el sacerdote, es signo de amor. Esa noche dormimos en Sarria con el cuerpo y el corazón dispuestos para empezar esta peregrinación interior y exterior.

El día 2 de julio nos dirigimos a Portomarín. Comenzamos cada etapa con una oración que nos predisponía para caminar con actitud de peregrinas. En cada lugar de llegada, después de coger fuerzas con una buena comida, sor María Teresa Brull nos presentaba a una mujer del Evangelio que se había encontrado con Jesús. Reflexionamos sobre aquello que nos retiene en nuestra vida; los lugares en los que calmamos nuestra sed; el milagro del diálogo y la necesidad de escucha; la actitud de Marta y María; el perdón, la misericordia y la acusación; nuestra identidad y pertenencia; las virtudes de las Hijas de la Caridad; la figura de María.  Con cada una de ellas tuvimos un tiempo de silencio y oración hasta la Eucaristía del peregrino de cada día. 

En todas las localidades pudimos disfrutar de celebraciones festivas, con iglesias llenas de peregrinos de distintos países, que estaban también haciendo el camino. Han sido momentos de compartir la fe con alegría. En Pedrouzo, además, un grupo de hermanas dimos nuestro testimonio vocacional y hablamos del carisma a un grupo de jóvenes que peregrinaban desde un colegio de Barcelona. Y es que a lo largo del camino también hemos compartido con personas de toda España y de otras nacionalidades con quienes hemos hablado de sueños, esperanzas, motivaciones profundas. 

Los pasos en medio de los bosques silenciosos nos han ayudado en el encuentro con Dios; las incomodidades del camino y las ampollas en los pies nos han animado a superarnos cada día; ir ligeras de equipaje nos ha recordado la necesidad de desprendernos; y caminar unidas la suerte de poder compartir esta vocación en comunidad. También hemos llevado cada una de las personas que acompañamos a diario en nuestros servicios. E incluso nos ha recordado los kilómetros que deben andar muchos de nuestros hermanos, aunque con muchas más dificultades que nosotras. 

El día 8 de julio, después de dejar el Monte del Gozo, llegamos a Santiago llenas de alegría por el reto conseguido y por la experiencia vivida en estos días. Allí disfrutamos de una Eucaristía muy especial, con el botafumeiro, y con la acogida de la comunidad del colegio de los Remedios. Al día siguiente terminamos los ejercicios con la última reflexión y el compartir agradecido por parte de todas ante la experiencia vivida y la posibilidad de conocernos todas mejor. 

Y así, fortalecidas en la fe, la vocación y el espíritu, regresamos cada una allí donde Dios nos espera cada día para seguir caminando, atentas a sus señales, en actitud de peregrinas. Agradecemos a todas las hermanas que han hecho posible este encuentro y las comunidades que nos han acogido. 

S. Patricia de la Vega (España-Este)

Añadimos también la experiencia personal de una de las hermanas, que ha querido compartir su vivencia:

“Hacer los Ejercicios Espirituales haciendo el camino de Santiago es una experiencia novedosa para mí. Son unos ejercicios donde la parte física tiene mucha importancia; se nos da la oportunidad de hacer consciente la dimensión corporal.
El primer día lo vivi con mucha ilusión ya que era la primera vez que hacia el camino de Santiago. Pero, a la vez estaba inquieta porque no me hacía idea de cómo podían hacerse de esta manera los Ejercicios espirituales. Poco a poco, según iban pasando los días fui entrando en ellos, gracias a las reflexiones que nos ofrecía Sor Teresa Brull cada tarde.
El camino lo iniciábamos juntas, para más tarde, ir cada una a su ritmo. Siempre había un grupo adelante, otro en medio y otro atrás, algo que en la vida también ocurre siempre hay algunos que van delante de ti abriendo camino, otros que van a tu lado y caminan a tu lado y, otros que vienen detrás.
Durante el camino podían surgir ampollas, dolores musculares, cansancio…y todo ello se mitigaba con la ayuda de las demás. Ha sido ejemplar como cada una ha estado pendiente las unas de las otras, preocupándose, curando, llevando la ropa a lavar, llevar la furgoneta con las mochilas y buscar un lugar donde alimentarse corporal y espiritualmente, para cuando llegará el grupo estuviera todo previsto. Fue emocionante llegar a la casa del Señor Santiago. Impresionaba ver cómo miles de peregrinos llegábamos todos con el mismo objetivo, poner a los pies del Apóstol todos nuestros deseos y los ruegos propios ajenos que trajimos cada uno de nosotros con la seguridad de ser escuchados.

Santiago es un lugar de peregrinación y de oración donde millones de peregrinos antes que nosotras lo han hecho y, otros tantos que vendrán con las mismas ganas e ilusión.
Le pido al Señor por intercesión de su Apóstol, que sigamos caminando en nuestro día a día, que podamos superar los obstáculos con su ayuda confiando en aquellos que ha puesto a nuestro lado recorriendo  el mismo camino”.  (S. Mª Eugenia, España-Centro)

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