Colegio La Milagrosa de Córdoba

El Colegio de La Milagrosa, tuvo sus inicios como “Escuela de la Infancia” el año 1899. La Marquesa de Zugasti perteneciente a la familia del Conde de Gondomar, heredó un inmueble que quiso donar a una institución Religiosa dedicada a fines benéficos. El día 3 de Enero de 1883 fue entregado al Obispo de Córdoba. El 26 de Junio de 1899, el Magistral González Francés llama a las Hijas de la Caridad y firma con ellas un contrato por el que el Obispo de Córdoba cede el uso de la planta baja de la casa a favor de la Superiora de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl con el fin de establecer en ella una sencilla Escuela-Asilo que pudiera cumplir los deseos del Patronato constituido y responder a las intenciones de la Sra. Zugasti, cumpliendo así su extrema voluntad.

El 15 de Junio de 1900 el Obispo les concede el uso del resto de la casa, concesión ratificada el 20 de Junio de 1900, para recoger a todos los niños abandonados en la calle por lo que vino a llamarse “Escuela-Asilo de la Infancia”.

El 24 de Junio, ocho Hijas de la Caridad inauguraban estas “Escuelas-Asilo de la Infancia”. Cuatro Hermanas más se unieron en el mes de agosto y otra en el mes siguiente con lo cual quedaba constituida la Comunidad con trece Hermanas con Sor Teresa Fort como Hermana Sirviente. Un internado de 40 niños comprendidos entre los 2 y 4 años, cuyos padres estaban enfermos hospitalizados o sin recursos económicos, serán los primeros atendidos. Muy pronto en calidad de medio pensionistas acogieron a 600 niños comprendidos entre los 5 y 14 años. La acción educativa docente que se impartía en aquella época ayudó a los niños a alcanzar una formación integral.

En 1920 por decisión del Sr. Obispo cesa el internado y medio pensionistas para impartir solamente las clases. Así funcionó hasta que llegó la Guerra Civil, fecha en que las Hermanas tuvieron que cerrar por imposición legal. Durante la Guerra tres Hermanas ayudaban en el Hospital Militar cuidando heridos. Al terminar la Guerra atendieron también a huérfanos de la misma. La Diputación ayudó económicamente al sustento y educación. También volvieron los medio pensionistas.

Para las niñas mayores abrieron una clase Taller en las que unas 60 alumnas recibieron clases de Corte y Confección, Bordado, Repujado, Confección de Alfombras y Géneros de Punto. También clases de Mecanografía, comenzaron con 10 o 12 máquinas que poco a poco fueron aumentando. Otras recibían Cultura General, Taqui-mecanografía, y la mayoría de ellas encontraban un trabajo administrativo. Se organizó una Asociación de Antiguos Alumnos cuya patente data de 8 de Diciembre de 1940 y más tarde la Asociación de Hijas de María. Tuvo también Residencia de Jóvenes trabajadores y estudiantes de Magisterio. En su labor educativa el Centro ha trabajado en los siguientes niveles bajo el reconocimiento del Estado: Estudios Primarios, Bachillerato Laboral Elemental, Bachiller General y Formación Profesional. El 13 de Septiembre de 1977 obtuvo la clasificación definitiva como centro de Educación General Básica con capacidad para 600 alumnos. Otras actividades que se desarrollan en el Centro son: Juventudes Marianas Vicencianas, Voluntarias de la Caridad, Visitas a domicilio y catequesis. En 1997 hubo que reducir a Educación Primaria, con dos líneas, y Educación Infantil de 3, 4 y 5 años.

Hoy el Colegio está adscrito a dos Centros Concertados de Secundaria, “Santa Victoria” y “Nuestra Señora de la Piedad”, donde los alumnos pasan al terminar 6º de Educación Primaria. Y a partir del curso 2008/09 la escuela infantil “Kinder La Arruzafa” está adscrita a nuestro Colegio, para los alumnos/as que quieran entrar en el primer curso de Educación Primaria. Actualmente como Escuela Vicenciana, estamos comprometidos en una enseñanza de calidad, con nuestro estilo propio, intentando hacer presente la Buena Nueva del Evangelio a todos, tendiendo una atención preferencial por los más desfavorecidos. Nuestro colegio es familiar, entrañable, donde todos se sienten cómo en casa, es lugar de encuentro, (para padres, niños, jóvenes y para antiguos alumnos), donde los niños, nuestra principal misión, entran cada mañana con una sonrisa sorprendente, con un brillo especial en sus ojos, con la alegría y el entusiasmo de quien ES FELIZ, y se siente FELIZ. Nuestra PEDAGOGÍA es totalmente individualizada, centrada en el AMOR, conocer a cada niño, sus posibilidades, sus potencialidades, y desde ahí “SACAR LO MEJOR Y LO MÁXIMO de cada uno”, con el convencimiento que sólo FIÁNDOTE DE ÉL, ESPERANDO, DÁNDOLE SEGURIDAD en lo que HACE, MOTIVÁNDOLO Y SOBRE TODO QUERIÉNDOLO… es la mejor PEDAGOGÍA que un MAESTRO puede aplicar, porque tenemos como lema. “ Educar es tocar una vida para siempre”.

Nuestro Colegio: b) Fomenta la motivación y el estímulo, desde una dinámica que potencia el trabajo cooperativo, Utiliza las tecnologías de la información como medio de aprendizaje, las nuevas TIC`s. c) Educa de forma personalizada: Conoce a cada alumno, su ritmo de aprendizaje y nivel de desarrollo, creando estrategias adaptadas para atender la diversidad de los alumnos. d) Es siempre abierto y flexible. Utilizando métodos y recursos didácticos acordes con los objetivos que se desean conseguir, potenciando el desarrollo de las inteligencias múltiples. Para ello contamos con un GRAN EQUIPO DE PROFESIONALES, implicados y comprometidos con el Proyecto Institucional Vicenciano, vocacionados por la docencia, coordinados, ilusionados, creativos y entregados a su labor docente, abiertos a la formación permanente y a la innovación pedagógica. Trabajamos para que nuestros alumnos sean verdaderos protagonistas de su propia educación y crezcan en el respeto y la diversidad. Para que la Calidad Educativa y la Caridad vayan siempre cogidas de la mano. Una Comunidad de 12 Hijas de la Caridad, velamos por el Colegio, manteniendo vivo el carisma desde nuestra labor evangelizadora y solidaria.