Día 7 en el Campamento Miguel Mañara

Todo vuelve a Ti

Hoy sábado, séptimo día de Campamento, iniciamos la mañana con la preparación de la Eucaristía que vamos a celebrar.

Tras el desayuno, llevamos al pabellón los enseres necesarios para la celebración. Más tarde, nos reunimos para preparar la monición, el ofertorio y las peticiones. Tanto los chicos de Miguel Mañara como los del Hogar Marillac, han hecho un buen trabajo. Los participantes manuscriben los textos que van a leer. La música, también es seleccionada especialmente por Israel, uno de los salmistas que nos van a acompañar con sus guitarras y sus cantos.

A la llegada del Padre Agustín, el sacerdote, comienza la misa. Durante la homilía, tomando como referencia a Federico Ozanam y el evangelio del Buen Samaritano, Agustín nos enseña el camino que debemos seguir los cristianos, huyendo de la indiferencia ante el sufrimiento de los demás y ayudando al necesitado aunque sea un desconocido. También subraya la implicación de los laicos en la atención a los que sufren, que hasta la obra de Federico Ozanam había sido una labor de religiosos.

Y tras una mañana de actividades compartidas, en la que hemos aportado y participado todos, llega la hora del almuerzo, en un comedor repleto de gente con un ambiente lleno de alegría.

Por la tarde volvemos a disfrutar juntos de la piscina e incluso de la playa, aunque el viento de poniente no invitara demasiado. Y a la noche nos esperaba una suculenta barbacoa y una rica tarta, en una velada animada por Libertad, una chica de La Línea de la Concepción, que sin tapujo alguno tomaba el micro a cada instante para hacernos reír con sus chistes o deleitarnos con su maravillosa voz.

El Campamento está siendo tan intenso, especialmente este último día, que apenas una decena se quedó a la velada nocturna. Esta noche hay que recuperar fuerzas para dejar la casa tan bien como nos la encontramos, y emprender nuestro viaje de regreso.

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