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Memoria Agradecida

Sor Dolores Melián Arencibia

Falleció  en Las Palmas, el 5 de marzo de 2019.

Su primer destino fue en Oviedo, en el año 1950,  la Obra “Cocina Económica”, donde acudían a  comer  muchos pobres. Allí  fue muy feliz sirviéndoles  y era muy querida por todas las personas que trataban con ella.

Al llegar a Las Palmas, en el año 1973, su destino provisional fue el Internado de niñas “Nuestra Señora de los Ángeles”, mientras esperaba que estuviera dispuesto el Seminario y Casa provincial donde habían pensado enviarla los Superiores.

Estuvo unos años, formando parte de la Comunidad formadora del Seminario y colaborando en la casa.

De allí fue a Caritas Diocesana como Trabajadora social. Tenía  muy buena relación con todas las personas, que aún la recuerdan con cariño; todo el mundo la quería, sabía escuchar y trataba con respeto y bondad a todo el que se relacionó con ella.

De Caritas pasó a la Obra de Rehabilitación de Alcohólicos en Agaete, como Directora de la misma y Hermana Sirviente, donde hizo mucho bien junto a su Comunidad, que era referencia para el personal que trabajó allí y para los que se estaban rehabilitando. Era delicada y bondadosa con todos. Después de unos años, la Obra fue cambiando, nombraron nueva directora del Centro y ya quedaban pocas Hermanas que pudieran formar parte de la Comunidad. En el proceso de revisión de obras, salieron las Hermanas del Centro y Sor Dolores paso a Corralejo – Fuerteventura a la Comunidad Obra Social La Milagrosa. Allí se dedicó a las visitas domiciliarias, con las demás Hermanas, trabajó en Caritas parroquial, dedicándose a las acogidas. Según cuentan las Hermanas que convivieron con ella, todas las personas la querían, su grandes cualidades eran la escucha y la paciencia, disfrutaba con lo que hacía.

En esta Comunidad del Colegio Sagrada Familia llevaba desde al año 2012. Todas las   Hermanas hemos descubierto en ella a una buena Hija de la Caridad, que tenía interés por todo, le gustaba saber las cosas que pasaban para unirse a la Comunidad, tanto rezando como haciendo algún trabajo que ella todavía podía. En los últimos meses, con motivo de una caída que tuvo, fue empeorando su salud, por falta de movilidad, aunque ella procuraba  hacer los ejercicios de rehabilitación que le habían propuesto para mejorar, tenía mucha fuerza de voluntad. 

Amaba mucho a la Virgen Milagrosa, no dejaba el Rosario diario y pasaba buenos ratos en la Capilla.

Es la tercera Hermana que se nos ha ido a la Casa del Padre en sólo 8 días, ¡que el Señor las tenga ya gozando de su presencia!… y desde allí intercedan por toda la Compañía y por los Pobres.

La Comunidad Sagrada Familia.

 

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