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Simposio con el Papa Francisco

La AIC-España está presente en Roma

El día 12 de Octubre, desde distintos aeropuertos y horarios, iniciamos nuestra Peregrinación a Roma para participar en el Simposio de la FMV con motivo de la Celebración de los 400 años de nuestro Carisma.

A nuestra llegada, nos recibe una guía y, llenos de ilusión, comenzamos a recorrer algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. ¡Cómo disfrutamos! Pues, aunque más de una persona ya había visitado Roma, encontrarnos nuevamente como familia para este singular acontecimiento, tiene un sabor especial. Y así empleamos el tiempo, hasta la hora de comer.

Por la tarde, una vez recogidas las credenciales, fuimos a la casa de las Hermanas, donde se encontraba la reliquia del corazón de San Vicente. Imposible describir la emoción de ese momento. Y, ante ese corazón, dedicado a amar y servir a Dios en los Pobres, oramos con toda devoción. ¡Cuántas peticiones, súplicas, ayudas…para ser fiel al Carisma y mantener viva la Asociación!

Otra visita importante fue la que hicimos a la Iglesia donde se encuentra Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

El día terminó con la cena y llegada al hotel. Indudablemente que el cansancio se hizo presente en nosotros, pero estábamos felices.

Día 13

La jornada se comenzaba con el desayuno a las 6:30, con el fin de salir lo antes posible, ya que el lugar de encuentro estaba a unos 20 Km de Roma. Fue muy enriquecedor.

Espiritualidad Vicenciana y su desafío profético.                                                                                                                          

Ponente: Peter Reijers, CM.

El conjunto de la Familia Vicenciana son granos de sal conscientes de su vocación y que han recibido una llamada de Dios, para dar vida a los pobres, pero con un sabor especial; su capacidad de amar a los más desfavorecidos como hermanos. Saben que están elegidos para dar sabor en las vidas de quienes los necesitan.

Es necesario que pongamos nuestros granos de sal en las manos del gran Cocinero para que dejemos de ser granos y, como en todo guiso, al calor del fuego nos diluyamos para dar el mejor sabor. Ante esto nos podemos preguntar ¿Por qué fuego tengo que pasar yo, para darle sabor a la vida de nuestros Amos y Señores?

Reflexionar Mt, 5,1-12

Algunos puntos a tener en cuenta:

Asumir el espíritu del Pobre y no ser ajeno a su dolor.

Ser consuelo afectivo y efectivo.

Padecer con los otros, no abandonarlos.

Amarlos con transparencia y no obtener ninguna compensación; hacerlo sólo por Amor.

Buscar y construir la Paz, sintiéndose un solo pueblo con un solo corazón

Asumir los insultos y calumnias por causa de todo lo anterior y con mucha alegría.

Dentro del gran salero de la FMV, no podemos acomodarnos ni conformarnos con edulcorantes y parches; tenemos que estar dispuestos a diluirnos, hay que descubrir que sólo diluyéndose en la sopa de su vida, nuestra misión será mucho más eficaz. Recordemos “El grano de sal que pierde su sabor sólo vale para tirarlo”

No olvidemos que sólo desde el Señor, podremos diluirnos adecuadamente para dar vida.  

Ministerios Vicencianos Aquí y Ahora

Ponente: Mizael Poggioli, CM

Nuestro futuro es caminar a la luz del Evangelio, y empieza aquí y ahora. ¿Cómo servir hoy a los pobres como Familia Vincenciana?

Algunos puntos a tener presentes:

Llamados a superar barreras.

Tener una acogida reciproca.

Los Pobres habitan en nuestras vidas desde el centro de Cristo.

Existe una relación entre Dios y nosotros, entre nosotros y los Pobres, y entre los Pobres y Dios. Esto es un Amor encarnado.

No pensemos que los pobres son destinatarios a los que dedicamos unos días y unas horas; estamos llamados a cambiar de comportamiento, especialmente en nuestros hábitos de vida. Nuestra actitud tiene que ser evangélica, de acogida, con la alegría de haber sido llamados a esta Misión.

Jesús nos necesita para llevar la Buena Noticia a los Pobres; para ello tenemos que conocerlos mejor para sí comprender, responder con dinamismo, de una forma sencilla e integral.

A las 13:30, la comida .a las 15:00

A las 15:00 h. la Eucaristía, presidida por el P. Nicola Albanesi, CM

La jornada finalizó con un paseo turístico, cena y regreso al hotel.

Día 14

¡Día muy especial! Antes de las 8:00 ya estábamos esperando para pasar a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, y ocupar los lugares que teníamos reservados.

La espera no fue un tiempo vacío, al contrario: amenizada por un grupo de mujeres que entonaban cantos- protesta, contenidos religiosos, y la participación de la Coral de Toledo, no solo estuvimos plácidamente entretenidos, sino que las diferentes actuaciones también nos llevaron a la reflexión.

Un momento muy emotivo fue la entrada en procesión del corazón de San Vicente.

Después, la llegada del Papa, que, como siempre, con su sonrisa amable y acogedora, fue recorriendo todas las calles. Cuando llegó delante del corazón de San Vicente, se inclinó e hizo un momento de oración.

Empezó el acto con unas palabras de bienvenida y agradecimiento del Padre General, Tomaz Mavric.

Este año, en el que venimos celebrando el 400º aniversario del Carisma Vicenciano, ha sido una verdadera Gracia: hemos crecido como familia, conociéndonos mejor, acrecentando nuestro Espíritu de Colaboración, orando comprometidamente a favor de los pobres y aprendiendo de su sabiduría. Apostando por el cambio Sistémico. Sirviendo, amando y soñando como miembros de una misma familia.

El Vaticano II nos sigue urgiendo a vivir nuestra vocación en Comunión y Participación, recordándonos el camino de la Encarnación, referente esencial en el testimonio de S. Vicente.

No olvidemos las palabras de San Vicente “Que al escuchar hoy, el clamor de tus hijos abandonados, acudamos diligentes en su ayuda como quien corre a apagar un fuego”  

El Papa nos dirigió su mensaje, específico para la Familia Vicenciana, resaltando el valor de todo el trabajo que se realiza en el mundo entero.

De su rico mensaje queremos que nos quede bien grabadas estas tres palabras tan significativas en la espiritualidad vicenciana:

ADORAR . San Vicente  invitaba a cultivar la vida interior y a dedicarse a la oración que purifica y abre el corazón. La oración es la brújula de todos los días. Solamente rezando se consigue de Dios  el amor que hay que derramar sobre el mundo; solamente rezando se tocan los corazones de la gentes

ACOGER. Es una disposición  profunda; no  se trata solamente de hacer sitio  a alguien, sino de  ser personas acogedoras, disponibles,  acostumbradas a darse a los demás. Como Dios es con por nosotros, así debemos nosotros ser con los demás

   ANDAR. El amor es dinámico, sale de sí mismo. El  que ama no se queda en un sillón mirando, esperando el advenimiento de un mundo mejor, sino que con  entusiasmo y  sencillez se levanta y se va. Lo decía muy San Vicente : “Por tanto, nuestra vocación es ir,  no a una parroquia, ni tampoco solamente a una  diócesis, sino a toda la tierra…”

El Papa agradeció a la Familia Vicenciana su especial dedicación a VIVIR POR LAS CALLES DEL MUNDO.

Posteriormente hubo dos testimonios.

El Presidente Internacional de “Depaul Internacional” y el de JMV de Siria.

Del testimonio que dio Aida Baladi, Presidenta Nacional de Siria, apunto unas ideas.

Hemos pasado por una guerra desastrosa. Ahora, y gracias a Dios, estamos afrontando la situación y hemos sobrevivido. Si algo hemos aprendido de esta guerra es apreciar todas las cosas que tenemos, y a recomenzar desde cero.

El mensaje más importante que debemos dar al mundo como miembros de JMV es “AMOR” y lo único que el “amor” pide es “Coraje” porque la persona que ama no deja que el miedo le domine.

Nosotros hemos mostrado y seguimos mostrando que hay Luz en las tinieblas.

Terminado el acto con el Papa en la plaza de San Pedro, tuvo lugar la comida. Cada grupo decidió ir al Vaticano o realizar una visita panorámica a pie con guía.

Vigilia en la Basílica de San Pablo Extramuros.

A las 19:00 celebramos la Vigilia, en la que veneramos con particular culto a la Santísima Virgen María.

JMV representaron algunas escenas evangélicas.

María busca al forastero en su entorno (María visita a Isabel) Lucas 1,39-56

María, forastera, huye de Egipto (La huida) Mateo 2,13-15 “Un Ángel se le aparece en sueños a José, “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto.

María acogida por Juan 19,26-27 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, “Mujer, he ahí tu hijo. He ahí tu madre”

San Vicente nos dice “Imitemos sus virtudes, en cuanto nos sea posible, especialmente su humildad y su pureza.

Regreso al hotel y cena.

Día 15

Clausura del Simposio con la celebración de una Eucaristía solemne, en la Basílica de San Pablo Extramuros, presidida por el Padre General Tomaz Mavric.

Destaco unas pinceladas de su homilía.

La semilla de mostaza plantada por la Divina Providencia, por Jesús, en el corazón de San Vicente de Paúl en 1617, se ha convertido en un árbol que sobrepasa   los dos millones de miembros en 150 países. Desde un punto de vista humano, esto no podría suceder, pero ha sido realizado por el plan de Dios. Hoy testificamos este milagro.

Jesús invitó a Vicente a cambiar su propia vida, sus propios planes. Jesús puso a los pobres en el centro de su misión, de su plan de evangelización, en el centro del Reino.

Cuando Vicente descubrió al pobre en sí mismo, cuando fue capaz de no seguir llamando pobre, como realidad externa, sino más bien como realidad fundamental. “Nosotros los pobres”… A partir de ese momento salió a encontrarse con los demás.

¡Qué hermoso es ver a los pobres si los contemplamos en Dios y con la reverencia o estima que Jesucristo les tuvo! Vicente vivía lo que una vez él mismo expresó, con palabras tan sorprendentes: “Su dolor es mi dolor”.

Para crecer en la caridad y credibilidad, para ser convincentes seguidores del carisma vicenciano es de suma importancia para nosotros:

Una vida profundamente espiritual. La Encarnación, la Santísima Trinidad, la Eucaristía, María, las virtudes de la sencillez, la humildad, la mansedumbre. Dar prioridad a Jesús y no a las personas y cosas. Una vida para la misión, para la salvación de la humanidad, deben ser los pilares de nuestra espiritualidad.

Combinar la oración y la acción en todo lo que hacemos.

Descubrir y ver a Jesús en los Pobres y a los Pobres en Jesús. Estamos llamados a convertirnos en “Místicos de la Caridad”

Renovar, profundizar y reavivar nuestra cercanía a los Santos y Beatos de la Familia Vicenciana.

Basar nuestra asistencia en una buena formación integral, en todos los aspectos, humano, espiritual y profesional.

Continuar desarrollando una estrecha colaboración con todas las Ramas y miembros de la FMV

Participar más decididamente en el camino del modelo de “Cambio Sistémico” que libera a los pobres de sus vínculos como victimas, para convertirse en socios igualitarios.

Seguir colaborando con otros grupos, organizaciones e instituciones ajenas a la Familia Vicencina

“La caridad de Jesús Crucificado nos urge” , “El amor es inventivo hasta el infinito”. Busquemos juntos caminos nuevos.

Pidamos, con toda sencillez y humildad, que podamos comprometernos aún más con el fuego, la dedicación y la fuerza, en la misión que Jesús nos ha confiado, regando, podando y fertilizando el árbol, para que sus ramas lleguen a alcanzar los rincones más lejanos de la tierra.

Le dimos gracias al Señor por el regalo de este Simposio, y le pedimos que nos ayude a trasmitir y poner en práctica todo lo recibido.

Después de la comida, salida hacia el aeropuerto y regreso a casa.  

SIMPOSIO FAMILIA VICENCIANA, ROMA,   12-15 OCTUBRE 2017

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