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El que tenga sed…

Estudios Vicencianos-Salamanca 2017

 “ÉL TE HABRÍA DADO AGUA VIVA”   (Jn 4, 10)

El que tenga sed, que se acerque, y el que lo desee, reciba gratuitamente el agua de la vida. (Ap. 22, 17). Las palabras de este versículo del Apocalipsis podrían parecer las de cualquier vendedor ambulante que ofrece su mercancía en un mercadillo cualquiera. Pero, conociendo su procedencia, tenemos muy claro que es una invitación que el mismo Cristo nos dirige. Sólo el que tiene sed busca agua para beber. Sin embargo, a veces tenemos sed y, aun habiendo abundancia de agua a nuestro alcance, no acudimos a ella porque quizá la sofocamos con sucedáneos que parecen más apetecibles, pero que, finalmente, no calman igual nuestra necesidad.

Y nos preguntamos, ¿de qué podemos tener sed nosotras, Hijas de la Caridad? Las respuestas serían diversas, pero posiblemente en la misma línea: “sed del Dios vivo”, “sed de servir mejor”, “sed de unirnos más a Cristo”, “sed de ser auténticas siervas de los pobres”, “sed de una fraternidad más auténtica entre nosotras”,…

Pues, permitidnos deciros que hay una Escuela al alcance de nuestra mano donde cualquier sed de este tipo puede ser saciada: LOS ESTUDIOS VICENCIANOS DE SALMANCA. Todo lo que recibimos en los 11 días que duran estas Jornadas de profundización e interiorización es suficiente para calmar nuestra sed más profunda y para no desear otra agua, sino más de la misma. Esta fuente de la que bebemos y con la que nos saciamos está distribuida en tres cursos:

Primer Curso, con un título general: SAN VICENTE Y SANTA LUISA,  HIJOS DE UNA HISTORIA y tres asignaturas: 

San Vicente de Paúl en su contexto del siglo XVII en Francia. Intuiciones más profundas que iluminan la realidad de hoy, por Sor Isabel Torres, HC. 

Santa Luisa de Marillac y sus circunstancias. Intuiciones que más nos retan e iluminan en el presente, por Sor Mª Teresa Barbero, HC.

Cómo situarse un vicenciano, fiel a su carisma, ante la crisis actual, por Sor Mª Jesús García Lara, HC.

Segundo curso: UNA ESPIRITUALIDAD PARA LA NUEVA  EVANGELIZACIÓN. LUCES PARA HOY:

Espiritualidad de San Vicente de Paúl. Luces para los vicencianos de hoy, por Sor Mª del Carmen Polo, HC.

Espiritualidad de Santa Luisa desde la perspectiva de la Nueva Evangelización, por el P. Corpus Delgado, CM.

Vocación y misión de la Hija de la Caridad a la luz de la Evangelii Gaudium, por Sor Rosa Mª Miró, HC.

Tercer curso: HISTORIA Y CARISMA:

Historia General de la Compañía. Luces para hoy, por Sor Carmen Urrizburu, HC.

Historia y Carisma de la Compañía en España (1790-2014). Luces para hoy, por Sor Mª Ángeles Infante, HC.

Cuando llegamos a Santa Marta de Tormes, a la Casa de los Padres Paúles, las coordinadoras de las distintas Provincias Canónicas ya tienen todo a punto para que nos sintamos como en casa. La llegada es escalonada, da siempre alegría encontrar caras conocidas de otros años, pero también otras que el Señor pone en nuestro camino por primera vez. El ambiente fraterno es palpable en cualquier circunstancia que nos toca vivir: comidas, paseos, celebraciones, liturgia, clases, expansión, excursión… Es uno de los motivos por los que vale la pena asistir a los Estudios Vicencianos. Ya lo dice el documento “La vida fraterna en Comunidad” (nº 1b): El «retorno constante a las fuentes de la vida cristiana y a la inspiración primitiva de los Institutos» es fundamental. Ese encuentro más profundo y pleno con el Evangelio y con la primera irrupción del carisma fundacional, ha sido un vigoroso impulso para adquirir el verdadero espíritu que anima la fraternidad y para hallar las estructuras y los usos que han de expresarlo adecuadamente. Allí donde el encuentro con estas fuentes y con la inspiración originaria ha sido parcial o débil, la vida fraterna ha corrido riesgos y ha llegado a una cierta atonía.

Ésta sería una razón suficiente para asistir, pero hay más!!

Las celebraciones litúrgicas preparadas con esmero por cada Provincia, los tiempos de oración, la reflexión personal y en común nos han ayudado en ese camino de interiorización de nuestro espíritu y de nuestras raíces. Lo afirma la “Evangelii Gaudium” (nº 265-266): Tenemos un tesoro de vida y de amor que no puede engañar (…), esa convicción se sostiene con la propia experiencia, constantemente renovada, de gustar su amistad y su mensaje. No se puede perseverar en una evangelización fervorosa si uno no sigue convencido, por experiencia propia, de que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo, adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo. No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón.

Y la motivación definitiva para no perder la oportunidad de participar en los ESTUDIOS VICENCIANOS, es la de las propias clases impartidas. Muchos son los pensadores, escritores, filósofos, dirigentes políticos, teólogos, etc. que, a lo largo de la historia de la humanidad, nos han hablado de la importancia de conocer nuestros orígenes, cada uno desde su perspectiva. Ya Cicerón afirmó que no saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente “niños”, y, añadía con gran belleza, la Historia… testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad. El mismo Papa Francisco en la carta de 21 de noviembre de 2014 con motivo del año dedicado a la Vida Consagrada insistía: Poner atención en la propia historia es indispensable para mantener viva la identidad y fortalecer la unidad de la familia y el sentido de pertenencia de sus miembros. No se trata de hacer arqueología o cultivar inútiles nostalgias, sino de recorrer el camino de las generaciones pasadas para redescubrir en él la chispa inspiradora, los ideales, los proyectos, los valores que las han impulsado, partiendo de los fundadores y fundadoras y de las primeras comunidades.

Bucear en la vida de nuestros fundadores, en su espiritualidad y en la Historia de la Compañía desde sus orígenes y en España, con sus luces y sus sombras, ha sido una aventura apasionante que genera vida y renueva el corazón; que revitaliza en nosotras el espíritu de la Compañía y el gozo de pertenecer a ella; que nos incorpora con mayor energía y anhelo de fidelidad al servicio de los pobres y a la vida fraterna.

Os dejamos las invitaciones de algunas participantes de este año para animaros a venir a estos ESTUDIOS tan nuestros y que con tanta dedicación se preparan anualmente.

Buen medio para renovarse y vivir en fidelidad

“Renovarse o morir”, decimos. Este es un buen medio muy necesario para un nuevo impulso en la vocación y una manera de tratar de hacer algo efectivo, de cara a la celebración del 400 aniversario del Carisma.

Es un encuentro muy valorado por todas las que estamos participando y por las que han participado otros años. Existe un ambiente de acogida y conocimiento mutuo entre Hermanas de diferentes lugares y servicios. Pero, sobre todo, el encuentro con nuestros orígenes, con la persona de San Vicente y Santa Luisa, con las primeras Hermanas… sus descubrimientos, su vocación, cómo los condujo Dios es muy importante para nuestra vocación.

Conocer la historia de la Compañía es profundizar en tu vocación, en tu vida como Hija de la Caridad.

Nuestro servicio a los pobres requiere una buena formación. Comienza por conocer los inicios: ¿cómo actuó Dios con nuestros fundadores? ¿cómo va actuando Dios contigo?

Estos días dedicados al estudio y profundización sobre nuestra historia, están suponiendo una experiencia muy rica para mí. Vuelvo a mi Comunidad con una gran motivación para seguir profundizando y para servir mejor. Estoy encantada de haber venido.

Lo que no se conoce no se valora suficientemente.

No se ama lo que no se conoce. Es imprescindible conocer nuestra historia. Te entusiasmará, disfrutarás un montón, es una gran riqueza.

No sólo es conocimiento lo que se adquiere en los Estudios Vicencianos, es vida, nuestra vida. Si aspiras a más, tienes que venir.

En los estudios hay un extraordinario ambiente fraterno, conocer nuestros orígenes es fundamental para revitalizar el espíritu de la Compañía hoy. Es una gracia y una bendición haber participado en ellos.

Lo considero como un tiempo privilegiado. Desde el conocimiento auténtico se ama más la Compañía. Se vibra con el sentido de pertenencia y se valora la entrega, audacia, valentía y creatividad de nuestras Hermanas, ejemplos a imitar hoy.

Para terminar os diríamos que nos dejémonos interpelar, de nuevo, por las palabras de Jesús, que puesto en pie, gritó: “Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba. El que crea en mí, de su seno correrán ríos de agua viva”                          

(Jn 7, 37-38)

Hermanas participantes de la Provincia España-Sur

Estudios Vicencianos-Salamanca 2017

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