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Hospital Mohamed V Alhucemas

Hospital Mohamed V Alhucemas

Misión Ad-gentes
Teléfono: 00-212-539982130
Email
Dirección: Avenida Hasan II Apartado 93, Alhucemas
Marruecos, 32000

Alhucemas es una pequeña ciudad, situada en la parte norte de Marruecos oriental, sobre un promontorio rocoso con vistas a su hermosa y extensa bahía.

La parte norte está ocupada por el mar Mediterráneo y la cadena del Rif, que la aísla de tal modo que, para acceder al oeste, este, sur de Marruecos, hay que cruzar pasos difíciles de curvas sin cuento.

El zoco es un mercado interesante donde se encuentra todo lo que se busca: comida, monedas, especias, zapatos etc.

En la zona rural, las casas carecen de comodidades, aunque ahora están mejor. Desde el terremoto de febrero 2004,ya casi todas las casas tienen luz y la mayoría agua; los que carecen de ella tienen que ir a buscarla a pozos cercanos o a ríos, para ello suelen

utilizar animales de carga, burros….

En el Hospital Mohamed V, la Comunidad de Hijas de la Caridad de Alhucemas nació en 1940. En aquellas fechas había cuatro comunidades: Hospital Civil, Hospital Militar,

Orfanato y Cruz Roja, todos ellos dependientes del gobierno Español. En aquellos años era protectorado de España. En 1956 España concede la independencia a Marruecos. La vida, a partir de este hecho, se tornó más difícil; las obras sufrieron cambios profundos y fue necesario un discernimiento sobre lo que suponía vivir en país extranjero y de religión diferente....Fuimos pasando de una posición de posesión a una posición de inserción y dependencia..“(M .Guillemin)

La Comunidad de hoy día la formamos cuatro Hermanas. Compartimos la vida y trabajo en el Hospital con los hermanos Musulmanes, en un servicio de colaboración y hermandad.  De colaboración, porque saben que siempre pueden contar con nosotras; de hermandad, porque no hay amor más grande que el dar la vida por los hermanos, y nosotras queremos gastar la vida con ilusión y alegría renovada, desde nuestra condición de Hijas de la Caridad, enviadas por la Compañía. Hoy día, en el Hospital nos ocupamos del quirófano central, cirugía de hombres, cirugía de mujeres, pediatría y niños abandonados. Tenemos jornada partida. Además del servicio directo al enfermo en el Hospital, también  atendemos otros servicios:

Visita a domicilio, a familias que conocemos muy de cerca su situación.

Visita a la cárcel, cuando hay españoles detenidos por tráfico de droga o por otras circunstancias.

Campaña madrina: gracias a esta campaña están escolarizados 100 niños/as; muchos ya han terminado la carrera, otros han aprendido a valerse por ellos mismos.

Colaboramos con hemodiálisis, cubriendo gastos de los que no pueden pagar 250 dirhas por sesión. Las Hermanas, para remediar tanto sufrimiento y desesperación, reflexionamos, llamamos a la puerta de varias ONGs. Todas ofrecían máquinas y material, pero ninguna, medios para continuar el tratamiento a los enfermos.

Ellos vinieron a pedirnos ayuda; fue entonces cuando recurrimos a los Superiores provinciales, y, tras encontrar una respuesta positiva, se está ayudando a22 enfermos con las sesiones y medicamentos. Algunos enfermos se arrojaron por la ventana y perdieron la vida.

Nuestra expansión comunitaria la realizamos los sábados y domingos: visitamos a los pobres del campo. Este es un nuevo servicio añadido a lo que es nuestro  servicio de cada día pero contentas de poder llevarlo a cabo; todos se alegran, les escuchamos, vemos cómo continúa su situación, les llevamos algo que sabemos necesitan, pero sobre todo aprendemos de ellos, ya que tienen gran capacidad de aceptación, acogida, comparten lo poco que tienen.

Se podrán preguntar. ¿Qué hacemos aquí en un país como Marruecos, en el que impera el Islam y está cerrado a cualquier otra religión?

Sencillamente, creemos que, como en toda la Compañía, ser presencia de iglesia, instrumento del amor y bondad de Dios con el pueblo marroquí, sirviendo a los hermanos mediante nuestra vivencia de la sencillez, la humildad y la caridad; queremos pasar haciendo el bien ese nuestro programa. Esto lo hemos de demostrar con actos sencillos y delicados, que sean signos de amor sin distinción de raza, color ni religión. Un amor universal y gratuito, como el buen samaritano

Estamos convencidas de lo que el Santo Padre Juan Pablo II nos dijo en su visita a Marruecos

“Sois aquí el cuerpo vivo de Cristo, si queréis vivir como aquellos que llevan el nombre de cristianos en este país debéis tener mucho amor para servir. Trabajad por el bien de todos, trabajad en el respeto a todos. Trabajad sin esperar recompensa, pues el Señor a quien servís y nuestro Padre del cielo conoce lo que hacéis. Trabajad en esperanza sin querer ver los resultados de vuestro servicio”

“No cuenta el que planta ni el que riega, solo cuenta el que da crecimiento a la semilla, DIOS                                                                   

                                                                             ( Casa Blanca 19-08-1985)

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