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Colegio San Vicente de Paúl Huelva

Colegio San Vicente de Paúl Huelva

Enseñanza
Teléfono: 959 24 29 99
Fax: 959 24 29 09
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Dirección: Paseo Buenos Aires, 21, Huelva
Huelva, 21002

El germen de las Escuelas de la calle Aragón hay que buscarlo, sin lugar a dudas, en la labor educativa de la Conferencia de los Caballeros de San Vicente, fundada por D. Pedro Román en 1894. El secretario de la Conferencia de San Vicente, el notario Juan Cádiz Serrano, dicen en 1897 que había que atender al necesitado: “Démosle pan, procurémosle vestido, pero cuando les demos la ropa o la comida, hablémosle de la escuela, llevémosle el primer día de nuestra mano, si fue necesario”.

Les movía que esos chavales que andaban por las calles pudieran servir como “miembros de utilidad grandísima a la sociedad”.

En 1898 era realidad las primeras Escuelas para obreros, a las que le sigue, ese mismo año, las Escuelas de niños. Allí acudían los “que no eran admitidos en las Escuelas públicas por la horrible falta de no tener zapatos”.

En 1900 la Junta de Instrucción Pública elogia la labor de las Escuelas. Las Conferencia de San Vicente y el Párroco de la Inmaculada abren su abanico de atención educativa creando las Escuelas de la calle Aragón, hoy en el Paseo de Buenos Aires. Pronto fueron puestas de modelo, así se deja expresado en la memoria sobre el estado de la primera enseñanza en Huelva.

Motivado por las experiencias anteriores, en 1911 D. Pedro Román Clavero, párroco de la Inmaculada Concepción, se propuso la creación de unas Escuelas. Dos años más tarde, implicando también a los Caballeros de San Vicente, expone a la Superiora del Hospital la apremiante necesidad de fundar unas Escuelas para niños pobres. La Superiora acogió favorablemente la idea, y comunicó a los Superiores dicho proyecto. Lo presenta también a la Diputación como ampliación del Servicio Sanitario, recordando el deseo de Santa Luisa: “Hospital y Escuelas”. Las clases se darían en unos terrenos próximos al Hospital, propiedad del Arzobispado, por lo que se denominarán “Escuelas Parroquiales”. El Sr. Arcipreste les proporcionó una serie de bancos largos a los que se añadieron unos respaldos. Este era todo el mobiliario escolar.

Hay que situar la creación de las Escuelas en el contexto de una Huelva con muchas necesidades, en la que el índice de analfabetismo era altísimo, rondando el 70% de la población. Se inició este proyecto de promoción creando una Cocina Económica, que dará lugar a la Casa Benéfica en la calle Rábida, la Farmacia Municipal y las Escuelas; más tarde, en 1929, se levanta aquí la iglesia de la Milagrosa. Es justo recordar la ayuda económica aportada por la señora Condesa de Barbate, deseosa de favorecer la formación académica y religiosa de niños y jóvenes. Fue una gran bienhechora del Colegio. Se decide construir una vivienda para las Hermanas, arreglar y aumentar el número de aulas, crear un Obrador, donde, además de aprender a hacer su propio ajuar, también tienen la oportunidad de obtener un “sueldo” y prepararse para un empleo.

Para la Comunidad fue también una ayuda: bordaban en oro preciosos mantos para las Vírgenes, banderas, trajes de gala para oficiales de la Marina… Se procede a acondicionar los espacios para la Asociación de Hijas de María, fundada en el año 1920. En un pequeño folleto de la Asociación aparece este precioso párrafo: “A la Virgen Milagrosa se le ama en Huelva muy de veras, porque las Hijas de la Caridad han sabido infundir muy honda esta devoción en todos los corazones. El Colegio es fuente de piedad y fervor desde nuestra niñez, y al crecer en años nos ponen bajo su tutela con el nombre de hijas suyas, Hijas de María”.

Del año 1944 se conserva un Cuadernillo-Reglamento en el que aparecen las actividades de formación, los actos de culto, los compromisos benéfico-sociales…Por estas fechas, 20 jóvenes del grupo de Hijas de María han pasado a formar parte de la Compañía de las Hijas de la Caridad.

Sobre el año 1965 se ve la necesidad de ampliar el Colegio. Para ello piden a la Comunidad del Hospital se les ceda la Vaquería de San Antón, que era parte de su “despensa”. Al comprender la importancia de la formación humana, intelectual y espiritual de tantas niñas pobres, aceptan la petición. El gran proyecto de las Escuelas será la ampliación en el paseo de Buenos Aires, 21 que realiza el arquitecto Ricardo Anadón, en 1965. En este tiempo el Colegio acoge proyectos sociales importantes, como el obrador San Sebastián o el Comedor Social Virgen de la Cinta.

UN COLEGIO CENTENARIO

El Colegio San Vicente de Paúl celebró su centenario fundacional  con un amplio programa de actividades que se inició en el pabellón Jacobo del Barco de la Universidad de Huelva. Se conmemoró así los CIEN AÑOS de una institución dedicada a la atención educativa de las niñas pobres del barrio de la Merced.

Los profesores y las Hijas de la Caridad, fueron homenajeados por el Coro del Colegio, en el acto celebrado en pabellón Jacobo del Barco de la Universidad de Huelva. Durante estos CIEN AÑOS numerosas generaciones de onubenses se han formado en el Colegio, constituyendo la gran familia vicenciana, vinculadas al Hospital, a su Iglesia, recuperando aquí su culto tras la desamortización, y a la Gota de Leche.

Desde entonces, y hoy con su Colegio, no se entendería la Vega Larga sin las Hijas de la Caridad; son tan del barrio como el barroco mercedario y las altas palmeras que mueven al viento el onubensismo de la Merced. Esto ha hecho que el Alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, conociera el deseo de muchos abanderado por la Asociación de Padres y Madres de que el Ayuntamiento de Huelva le conceda al Colegio San Vicente de Paúl la Medalla de la Ciudad por este Centenario por lo que ha supuesto para la promoción social de los jóvenes de la ciudad, el trabajo de servicio de esta Comunidad de Hijas de la Caridad.

En el acto de apertura del Centenario, el alcalde Pedro Rodríguez, dijo que “es un Colegio emblema de la ciudad, que ha dejado huella en muchas generaciones por su labor humana y educativa”. Señaló que “las ciudades no solo son edificios,  sino su gente, que es el alma”. Elogió la educación integral de los alumnos y la enseñanza en los valores cristianos, reconociendo que “las Hijas de la Caridad son emblema de ayuda a los desfavorecidos”.

El obispo de Huelva, José Vilaplana, se congratuló de esta celebración y recordó que “todo es una gran cadena en la que han participado desde el origen muchas personas, unidas en espíritu de servicio”, “con raíces en el espíritu vivenciano”, por lo que dijo que “ahora, cien años después hay que mantenerlas y mirar al futuro con esperanza”.

La delegada de la visitadora de las Hijas de la Caridad, Sor María Antonia Huelva Jiménez, destacó que en estos cien años “el Señor ha estado grande con nosotros por tanta generosidad”. Mari Ángeles Jarillo Díaz, antigua alumna y actual profesora del centro, tuvo la oportunidad en el acto de apertura de significar lo importante que ha sido el Colegio para muchos jóvenes, recordando la vida de alegría que siempre se respira en sus aulas.

UN COLEGIO QUE HA DEJADO HUELLA EN MUCHAS GENERACIONES

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