Colegio La Milagrosa

La Orotava es un municipio situado al Norte de la Isla de Tenerife. Tiene una extensión de 207,31 km y una población de 42.929habitantes. Su casco histórico fue declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1976. Es destacable la ubicación del Parque nacional del Teide (declarado Patrimonio de la Humanidad en 2007) en este municipio.
A este municipio, en 1884 llegaron, a petición de sus habitantes, las primeras Hijas de la Caridad para dedicarse, algunas de ellas, a la actividad docente. En agosto del mismo año, imparten las primeras clases a niñas económicamente débiles en el llamado Colegio de “la Inmaculada”, ubicado en el Hospital de la Santísima Trinidad, lugar donde residía la Comunidad.

En 1910 llegó a la Orotava Sor Soledad Cobián de Roffinac. Su excelente preparación pedagógica, mejorada por los viajes realizados a Granada (Escuelas del Ave María), a Barcelona (Escuela de Montessori), así como a Suiza y Alemania, para conocer los métodos educativos más en boga en aquellos momentos, hicieron de esta Hija de la Caridad, la persona adecuada para dar un gran impulso a la educación de las niñas y jóvenes de esta Villa.

Por ello no tardó en aplicar los conocimientos adquiridos y confeccionó una Programación para los Grados de Cultura General y Parvulario.

En julio de 1921 obtuvo permiso para alquilar la casa nº 1 y 3 de la calle Nicandro González a la cual fue trasladado el Colegio, recibiendo entonces el nombre de “La Milagrosa”.

Ante las numerosas solicitudes de admisión, Sor Soledad solicitó de sus superiores, permiso para iniciar los trámites de edificación de un Colegio de nueva planta en La Orotava. Gracias a sus esfuerzos y tesón puso colocarse la primera piedra del mismo en 1930. Hubo quienes consideraron que la ubicación de este edificio, fuera del casco urbano, llegaría a ser un fracaso, pero Sor Soledad, con visión de futuro dijo: “Aquí llegará a estar el centro de La Orotava”

El edificio, de estilo neoclásico, diseñado por el arquitecto D. Mariano Stanga, abierto, soleado y rodeado de plataneras se edificó en el antiguo camino de Los Cuartos, gracias a la aportación económica de sor Soledad Cobián, superiora de la Comunidad, que logró para la Villa un edificio, moderno dotado de toda clase de instalaciones, del que gozan y gozaron las niñas y jóvenes de La Orotava. Actualmente es considerado uno de los mejores ejemplos de la arquitectura escolar desarrollada en Canaria en el primer tercio del siglo XX.
Sor Soledad fue la promotora del Colegio Apostólico, único en su género en Canarias, establecido en abril de 1941, donde se formaban jóvenes de todas las islas en su deseo de ingresar en la Compañía de las Hijas de la Caridad.

En 1633 se comenzó a impartir clase en esta nueva ubicación del denominado ya Colegio La Milagrosa, aun sin terminar su edificación.

Según la Ley de Educación Primaria del 15 de noviembre de 1945, a este Centro se le concedió autorización definitiva. Con la Ley de ordenación de las Enseñanzas Medias del 26 de febrero de 1953 y posterior Reglamentación, el centro obtuvo la clasificación de Bachillerato Elemental el 5 de julio de 1962 y en Bachillerato Superior el 16 de mayo de 1963.

Posteriormente y como consecuencia de la entrada en vigor de la Ley de Educación de 4 de agosto de 1970 y la Orden de Clasificación y Transformación de Centros de julio de 1971, el Colegio La Milagrosa obtuvo la clasificación definitiva como Colegio de EGB de 16 unidades y 6 unidades de Preescolar en 1978.

El acceso al régimen de conciertos educativos se produce en 1985 concediéndosele a las 16 unidades de EGB.

Posteriormente y con el cambio de Normativas estatales, se produce una nueva configuración del Centro coincidiendo ésta con la que presenta en la actualidad: 6 unidades de Educación Infantil, 12 unidades de Educación Primaria y 8 unidades de Educación Secundaria, todas ellas en régimen de concierto educativo.

El Colegio cuenta con el apoyo incondicional de la Comunidad de Hijas de la Caridad, formada por 13 Hermanas, en su mayoría mayores y dependientes que con su oración son la fuerza y motor del Centro. Todas las que pueden prestan pequeños servicios en favor de la vida del colegio en el comedor, portería,… pero el mayor de todos es el testimonio de su entrega al Señor.

El Centro actualmente está dirigido por una Directora titular y Directora académica, ambas Hijas de la Caridad y un equipo de profesores laicos que ostentan los cargos de sub-dirección, jefatura de estudios y coordinadores de etapa, ciclo o departamentos pedagógicos.

Actualmente el Colegio La Milagrosa es mixto y cuenta con 700 alumnos/as, con 39 profesores/as, y con el personal de administración y servicios que se requiere para el buen funcionamiento de los servicios que se llevan a cabo en el mismo.

Dispone de servicio de comedor al que acude actualmente un 38% del alumnado. Asimismo, se lleva a cabo el servicio de acogida tempana para dar respuesta a las familias que necesitan dejar a sus hijos antes del comienzo de las clases por motivos de trabajo.

El horario del centro es continuo, lo que permite al alumnado dedicar la tarde a otras actividades extraescolares, bien facilitadas en el Centro (baile, deporte, inglés, apoyo escolar…), por el Ayuntamiento (escuela oficial de música, de danza, dibujo) o bien por distintas federaciones deportivas (fútbol, baloncesto, atletismo…).

El Colegio dispone de amplias aulas actualizadas con los recursos tecnológicos propios que requieren la enseñanza y educación actual. Recientemente se han llevado a cabo una reestructuración de espacios. Aquellos que ya no son utilizados por la Comunidad se han ido reformando para dar respuesta a las nuevas expectativas y objetivos de innovación que se requieren. Así por ejemplo se ha acondicionado una biblioteca para los alumnos, un aula de artística, un oratorio, el aula de informática y el de idiomas, y aulas de apoyo.

Actualmente el profesorado está en formación continua para adaptarse a las nuevas metodologías y responder a las expectativas que, desde la Provincia de Hijas de la Caridad de España Sur a través de su modelo educativo “Mevisur”, requieren del mismo.

Se facilita la participación en la Asociación de JMV la tarde de los viernes. Cabe señalar que esta Asociación ha crecido en estos últimos años y son numerosos los alumnos/as que participan en sus actividades. Existe una estrecha colaboración entre ésta y la Comunidad Educativa, que se ve reforzada en la celebración del FAM (Festival y almuerzo Misionero) en el que participa tanto los alumnos como profesores y familias. Esta Asociación es acompañada por una Hermana de la Comunidad que, con el Presidente/a o quien este delegue, forma parte del Equipo de pastoral del Centro.

Asimismo, el Centro cuenta con una Asociación de Antiguas/os alumnos/as y Asociación de la Medalla Milagrosa. Ambas se reúnen con frecuencia con motivo de la celebración de las fiestas de familia, asambleas, encuentros de formación… Son un apoyo para el Centro a la hora de facilitar recursos para los alumnos/as más necesitados. La Comunidad da su apoyo a estas asociaciones participando en sus encuentros y celebraciones así como ofreciendo espacios para sus reuniones.

La Asociación de Padres y Madres de alumnos es un punto fuerte del Colegio. Las familias de los alumnos en un 99% pertenecen a la misma. Desde siempre la tónica en las relaciones han sido muy familiares, lo que le da al Centro un carácter sencillo, de acogida y “familiar”, razones por las que muchos padres solicitan el Centro para la educación de sus hijos.

El testimonio de los que solicitan plaza para sus hijos en el Centro está relacionado con la educación en valores que se transmite en el mismo, incluyendo en ese elenco de valores el de la vivencia de una fe que se transmite, no sólo de palabras, sino en el ambiente que se respira desde que se entra en el Colegio, a través de los signos y muestras de acogida.

Y la historia continua, en el día a día y queremos que siga siendo testigo del carisma que, como Centro vicenciano recibimos de nuestros Fundadores San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac.

Que la Virgen Milagrosa, a quien dirigimos cada día nuestra mirada, proteja a cada uno de los niños/as y demás miembros de la Comunidad Educativa.